Veintitrés días después de disputado el derbi español, Mourinho admitió que enfadado por el arbitraje recibido en el empate a dos que dejó eliminado al Real Madrid de la Copa del Rey, esperó en el parqueadero del estadio a que el árbitro saliese de su vestuario para mostrar su queja.
"Fui muy educado y tranquilo en el parking del Camp Nou en función de lo que había pasado antes. Me enorgullece haber sido extremadamente educado con el señor Teixeira Vitienes", manifestó en rueda de prensa Mourinho en la ciudad deportiva de Valdebebas.