Según informó "The Sunday Telegraph", Cameron se reunirá en su residencia oficial en Londres con directivos de la federación y representantes de futbolistas, en un intento de limpiar la reputación del deporte más popular del país.
De acuerdo con el rotativo, existe temor en el Gobierno de que los últimos incidentes de racismo entre futbolistas, en los que estuvieron implicados el uruguayo Luis Suárez o John Terry, perjudiquen la imagen del Reino Unido de cara a los Juegos Olímpicos de este verano.
Suárez, que cumplió ocho partidos de sanción por insultar al franco-senegalés del Manchester United Patrice Evra, se negó el sábado, en su reincorporación al terreno de juego, a darle la mano, lo que el técnico del United Alex Ferguson calificó de "vergüenza".
Por su parte, el defensa del Chelsea, John Terry, afronta un juicio el próximo julio por supuestamente haber insultado a Anton Ferdinand, del Queen Park Rangers, durante un partido de la Premier League el 23 de octubre.
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A la espera de que se resuelva este proceso, Terry fue destituido como capitán de la selección de Inglaterra, decisión que esta semana provocó la dimisión del entrenador del equipo nacional, Fabio Capello.
Además, varios hinchas fueron detenidos en las últimas semanas por entonar cánticos racistas en público o colgar comentarios insultantes hacia jugadores en las redes sociales.
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