El futbolista panameño, veterano integrante de la selección canalera que dirige el colombiano Hernán Darío Gómez, fue asesinado a tiros este sábado, en un nuevo capítulo de violencia que envuelve al fútbol local.
El deportista se encontraba con unos amigos en una calle de Sabanitas, suburbio de la ciudad atlántica de Colón, cuando unos pistoleros bajaron de un auto y abrieron fuego contra el grupo, según las versiones preliminares.
Henríquez, de 33 años, fue llevado a una clínica, donde falleció debido a sus heridas.
"Condenamos enérgicamente el asesinato de Amílcar Henríquez. Se movilizarán a Colón todas las fuerzas de seguridad hasta dar con responsables", dijo el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, en su cuenta de Twitter.
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Según el canal TVN-2 la Policía detuvo a cuatro sospechosos, tres menores de edad y un adulto, y localizó el vehículo y el posible arma con el que se habría cometido el crimen.
La Federación Panameña de Fútbol y la Liga Panameña de Fútbol emitieron un comunicado conjunto anunciando la muerte del jugador y condenando la "violencia en general y en particular aquellos en los que se pierde la vida de un deportista de élite".
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Henríquez jugaba en el club Árabe Unido de Colón, el equipo más laureado del país con 15 títulos, y su último partido lo había disputado el miércoles contra el Chorrillo, dentro de la Liga Panameña de Fútbol.
El volante jugó también en los equipos colombianos Independiente de Medellín (2012-2014), América de Cali (2015-2016), Real Cartagena (2015) y Atlético Huila (2009-2012) y en el costarricense Santacruceña (2008).
Henríquez, conocido también como "Mickey", era uno de los jugadores más veteranos de la selección panameña de fútbol, con la que disputó 83 partidos desde 2005, cuando debutó ante El Salvador.
"No tengo palabras sólo puedo decirte hasta el cielo que Te amo mucho hermano", escribió en Twitter su compañero de selección y también exjugador de Árabe, Armando Cooper.
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El Independiente de Medellín también lamentó "profundamente" en esta red social la muerte de su exjugador con un "hasta siempre, crack".
Henríquez se desempeñaba como centrocampista de recuperación por delante de la defensa y su enorme despliegue físico le permitía también generar fútbol de ataque.
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Con la selección de su país levantó en 2009 la Copa Centroamericana, además de disputar las fases de clasificación para los Mundiales de Alemania-2006, Sudáfrica-2010, Brasil-2014 y Rusia-2018.
En el actual hexagonal de Concacaf para la Copa del Mundo de Rusia del próximo año jugó en los cuatro partidos que ha disputado el conjunto canalero hasta la fecha, el último frente a Estados Unidos, en el que participó 20 minutos.
Igual que la leyenda del fútbol panameño Julio Dely Valdés, Henríquez era oriundo de Colón, una ciudad castigada por la violencia de las pandillas y el narcotráfico.
La muerte de Henríquez se suma a otros casos donde futbolistas panameños, la mayoría de ellos procedentes de barrios humildes, han sido asesinados o encarcelados por diferentes delitos.
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En 2011 el arquero de Plaza Amador, Eric Luna, fue asesinado a balazos cuando se encontraban conversando frente a su casa.
Ese mismo año Abdul Chiari, exinternacional y ayudante técnico del Árabe Unido, murió a tiros cuando se dirigía al entrenamiento del equipo.
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La misma suerte corrió el futbolista Javier de la Rosa, del equipo Chorrillo, muerto a balazos a las afueras del estadio donde minutos antes su equipo había jugado.
Otros exinternacionales como el arquero Óscar McFarlane o el delantero José Luís Garcés han sido detenidos y encarcelados acusados de delitos.
McFarlane, arrestado este año por presunta posesión de droga, fue detenido en 2008 por porte ilegal de armas y en 2011 por un homicidio del que finalmente fue absuelto.
Por su parte, Garcés fue condenado en 2005 por el delito de tentativa de homicidio, el mismo año en que el exdelantero de Árabe Unido, Kairo Óscar Martínez, fue detenido por la policía en posesión de una ametralladora mini Uzi.
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