La final se decidió en el minuto 78 cuando el internacional finlandés de origen ruso, Román Yerómenko, sorprendió al portero moscovita con un envenenado disparo desde unos 30 metros.
El Dinamo Moscú intentó controlar el juego con su clásico fútbol técnico y elaborado, pero los tártaros no se dejaron dominar y fueron los que dispusieron de las mejores ocasiones de gol.
"Precisamente, nos faltaba la Copa para ganar todos los trofeos en Rusia", aseguró el técnico del Rubín, Kurbán Berdíev, quien como es habitual dio públicamente las gracias a Alá por la victoria.
En el Rubín jugaron de titulares el central español César Navas, que maniató al delantero alemán Kevin Kuranyi; el lateral izquierdo argentino Ansaldi, que estuvo muy activo, tanto en defensa como en ataque, y el delantero paraguayo Nélson Valdez.
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De esta forma, el campeón de liga en 2008 y 2009 salva una decepcionante temporada en la que es séptimo a falta de una jornada para el fin del campeonato ruso y en la que Berdíev llegó a presentar su dimisión.
Mientras, el Dinamo, cuarto en liga, tiene aún posibilidades de clasificarse para la Liga de Campeones, aunque para ello dependerá de lo que hagan dentro de una semana CSKA y Spartak Moscú.
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