Al entrenador del París Saint-Germain, Mauricio Pochettino , se le acaba el crédito, su futuro en el club pasa por avanzar en Europa y solo una victoria histórica en la Liga de Campeones puede prolongar su estancia en la capital francesa.
Así lo desvelan este miércoles varios diarios, que coinciden en señalar que el entrenador argentino no es el nombre que los propietarios cataríes del club quieren para su proyecto.
En trece meses al frente de un equipo plagado de estrellas Pochettino no ha sabido convencer de su aporte y la eliminación en la Copa de Francia contra el Niza no ha hecho más que constatar esta situación.
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Según 'Le Parisien', el divorcio está consumado y solo una victoria en la Liga de Campeones, la primera del PSG en toda su historia, podría cambiar las cosas y permitirle cumplir la totalidad de su contrato, que termina en 2023.
El diario asegura que la paciencia de los dirigentes del club con Pochettino está agotada y llegaron incluso a buscar un sustituto durante las pasadas navidades.
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LA PISTA ZIDANE
En primera línea, Zinedine Zidane, el hombre que Doha quiere para dirigir su constelación de estrellas. El técnico francés fue contactado, pero no se mostró favorable a llegar ahora al PSG, descontento con el funcionamiento interno del club y con la plantilla, según el diario.
La televisión TF1 añade otro argumento: Zizou no quería afrontar tan pronto su antiguo equipo, el Real Madrid, rival de los parisienses el próximo día 15 en octavos de final de la Liga de Campeones.
Zidane, que ganó tres veces la Liga de Campeones como entrenador del Real Madrid, con quien ganó esa competición como jugador en 2002, tiene demasiados vínculos afectivos con los blancos y, según esa cadena, necesita más tiempo para poder plantearse afrontarlos en el banquillo rival.
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El rechazo del Balón de Oro de 1998 obligó al PSG a mantener a Pochettino, pese a que están convencidos de que no es capaz de sacar todo el rendimiento a esa plantilla.
Aunque todo apunta a que ganará la liga, en el club piensan que el técnico de Murphy no ha estado a la altura cuando ha afrontado rivales de talla.
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Salvo la victoria en el Parque de los Príncipes contra el Manchester City, a quien le faltó puntería, no ha conseguido ningún resultado positivo ante los equipos más cualificados.
Empató en Brujas y Leipzig y en Francia solo ha logrado ganar a uno de los cuatro rivales que están más cerca en la tabla.
El sistema de juego no acaba de convencer y algunas decisiones han sorprendido, por la falta de personalidad que revela
Un ejemplo, avanzado por el diario L'Équipe, tuvo lugar el pasado lunes en Copa de Francia. El penalti decisivo recayó en el joven holandés Xavi Simons, de 18 años, formado en el Barça, que lo falló y privó a su equipo de un segundo trofeo este año, tras haber perdido en verano la Supercopa.
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Si se suma la liga que dejó escapar la pasada temporada, el balance de Pochettino es de dos trofeos ganados (Copa y Supercopa del año pasado) y tres perdidos.
¿Por qué no intervino el técnico argentino para obligar a algunas de sus estrellas a asumir la responsabilidad de lanzar ese penalti? Esa pregunta se suma a otras en las que el entrenador se ha mostrado demasiado blando con los jugadores.
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La prensa francesa recuerda con frecuencia que contemporizó cuando Messi llegó en mal estado tras la fiesta en la que celebró su séptimo Balón de Oro en diciembre pasado.
Todo ello ha enrarecido el ambiente interno y la relación con el responsable deportivo, Leonardo, ha empeorado, según L'Équipe.
Esas informaciones llegan a los aficionados que comienzan a perder la paciencia y entre quienes el crédito de Pochettino también se agota.
Ausentes de las gradas el pasado lunes por las restricciones ligadas al covid, los hinchas mostraron su descontento por la eliminatoria copera a través de las redes sociales.
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"Nuestra paciencia tiene límites", indicó el colectivo de aficionados en Twitter, con el hastag "basta ya". El tiempo que pide Pochettino en cada conferencia de prensa se agota.
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