Ser o no Ser: Defensiva u Ofensiva

 ¿Cómo quieres que juegue la Selección?

Recientemente conocimos los rivales de nuestra selección para las fechas FIFA del mes de Noviembre: Corea del Sur y China serán el primer examen para una selección deseosa de estrenar su tiquete a Rusia 2018. José Pékerman logró conducirnos a una nueva clasificación, así los puntos mínimos para el cupo directo se lograran al final y con más angustias de las necesarias, en medio de críticas de la prensa y algunos hinchas.

Hay mucho por mejorar, pero igualmente hay bases sobre qué construir. El surgimiento de nuevos valores en defensa,  sumadas a la recuperación del venerable Falcao, son razones suficientes para pensar que puede haber una recuperación en lo futbolístico.

En lo anímico, la demostración de lucha exhibida en Lima nos muestra recuperados y fortalecidos.

Nuevamente enfrentamos el prospecto de encarar un Mundial, y de hacerlo bien; no somos ya una nación futbolística que deba conformarse con participar. Si bien estamos lejos de ganar la Copa, el objetivo debe pasar por ser protagonista. ¿Cómo hacerlo? Esa es la cuestión. ¿Debemos rescatar el estilo romántico, de buen trato de pelota y riqueza técnica, bautizado por muchos como “el ADN del fútbol colombiano”?  ¿O, por el contrario, debemos capitalizar sobre un enfoque práctico y de planteamiento compacto, que tan buenos frutos nos dio, sobre todo en condición de visitante? Por ahí pasan las decisiones que el técnico debe tomar de aquí a junio. Ser o no ser…. como en una obra shakesperiana.

De afrontar el primer reto, debe reforzarse el plantel con jugadores con claras características de armado y creación de juego; hombres como Juan Quintero o el mismo Macnelly Torres. Jugadores con perfil asociativo, como Yimmi Chará y Teófilo Guitérrez, pueden tener un aporte importante en este aspecto. Así mismo, deben aparecer en las bandas jugadores con mayor peso ofensivo que Santiago Arias y Farid Díaz, quienes más minutos recibieron en la eliminatoria. Frank Fabra fue una mejora en este aspecto, pero se pierde mucho en marca, tal como se vio ante Paraguay.

El segundo camino parece más sencillo, apoyándose en la aparición de jugadores como Davinson Sánchez, Yerry Mina y Duván Zapata, hombres que pueden establecer un biotipo e imponer condiciones con su poderío físico, tanto en defensa como en ataque. Con estos jugadores, sumados al Tigre Falcao, Cristian Zapata y Abel Aguilar, podríamos ser temibles en el juego aéreo, donde históricamente hemos padecido. Igualmente, una defensa con tres centrales parece más apropiada para esto, teniendo en cuenta el buen número de zagueros competentes con el que contamos.  Esto supone un fútbol menos fluido y de más choque, que entusiasma a pocos, pero puede llegar a ser muy efectivo. ¿Podría ser este nuestro nuevo ADN?

Sea cual sea el camino a tomar, la Selección debe ser apoyada por todos. Jueguen los que jueguen, defensivos u ofensivos. ADN viejo o ADN nuevo, es el equipo de todos y prefiero ser optimista, confiando en recapturar la magia de aquel 2014, donde deslumbramos al mundo y a nosotros mismos. Esa es la cuestión.

David Juliao Macchia