Tan sólo la posibilidad es una afrenta, más cuando en Sudáfrica 2010 se ha demostrado a leguas que el fútbol del continente es competitivo y que ofrece mucho más que el balompié asiático o africano. Joseph Blatter es un acomodado a las circunstancias. En su reelección como presidente de la FIFA fue vital el apoyo africano y a ellos les pagó con la entrega del Mundial bajo la sombra de su política de rotaciones de las sedes del torneo. Si bajo su administración se despoja ahora a Sudamérica de los cuatro tiquetes y medio (repechaje) establecidos, podrá entrar en discusión que lo hace cediendo a las pretensiones del fútbol asiático y africano, que propenden por mayor participación de sus selecciones y que lloran aludiendo que en 2014 estaría presente el 50% de las federaciones de nuestro continente, algo que, ciertamente, no se da en las otras confederaciones. Pero el 50% que más debería valer en este caso es el de los clasificados a cuartos de final del actual campeonato, que es netamente sudamericano: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay están ahí inscritos. De resto, hay tres europeos (España, Alemania y Holanda) y un africano (Ghana). Hasta el momento, de la Confederación Sudamericana sólo ha sido eliminado Chile y eso porque tuvo que cruzarse en segunda ronda ante el conjunto de Dunga, Kaká, Robinho y Luis Fabiano. En 1970, se cruzaron por primera vez en semifinales cuatro campeones del mundo: Brasil vs. Uruguay y Alemania vs. Italia. En Sudáfrica podría suceder algo más espectacular: que cuatro sudamericanos disputen las semifinales. Eso si Uruguay vence a Ghana, si Brasil hace lo propio contra Holanda, si Argentina acaba con Alemania y si Paraguay deja en el camino a España. El potencial de nuestro fútbol, al menos de los que clasificaron al Mundial de Sudáfrica, es innegable y sirve para rechazar con argumentos cualquier intento de la FIFA por quitarle cupos a la región para el campeonato del cual Brasil será sede y, por lo cual, no tendrá que jugar las eliminatorias. Por eso mismo, la FIFA, según trasciende en varios medios de comunicación, permitiría únicamente tres cupos directos y uno por repechaje para Sudamérica en 2014. Todo se puede esperar del ente rector del balompié y de su presidente. El hecho es no callar ante la mera posibilidad. Y que, con más fuerza, las selecciones de América del Sur sigan brillando allá, lejos, en Sudáfrica. En cuatro años, jugaremos en casa.
Actualizado: enero 25, 2017 02:40 p. m.