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Fin de una era, así lo catalogaron los propios tenistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah para anunciar su retiro, en una rueda de prensa que realizaron este miércoles 16 de agosto, en Bogotá. La decisión ya está tomada. Los ganadores de dos Grand Slam (Wimbledon y US Open) dirán adiós al circuito, una vez culmine el 2023 y quedará un vacío en los corazones.
Sin embargo, quieren vivir una nueva faceta, tal y como lo explicó el caleño, de 37 años. "Ya estaba con las cosas claras del retiro, disfrutando de mi familia, compartiendo con ellos, viviendo y haciendo nuevas cosas que no había podido, yendo a otras ciudades y todo. Me lo gocé. Tengo la tranquilidad y paz de que ya se cumplió el ciclo", afirmó en su intervención.
"Sé que estoy haciendo lo correcto. Es un momento duro. Llevamos 30 años jugando y es difícil decir adiós, pero también todo tiene su final y este es un buen punto para hacerlo. No creo que haya cambiado mucho por los resultados ni nada. Lo venimos hablando con mi familia y Robert, y ya está", añadió Juan Sebastián Cabal, quien no ocultó su tristeza y dolor.
Pero entonces, surgió otro cuestionamiento. ¿Hubo un punto de inflexión o alguna vivencia particular que los llevó a decir 'no más'? Sobre esto, el mismo Cabal dijo que "no fue de un día para otro. Son cosas acumuladas. Robert y yo tuvimos un trabajo de resiliencia, muchos años aguantando dolores. A veces la gente no se entera, pero fue duro", reveló el tenista.
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"El trabajo es fuerte día a día y llega un momento donde cuesta cada vez más hacer eso; tu cuerpo ya no puede. Aparecen lesiones, dolores. En los últimos dos años, no estuvimos sanos ni una semana, producto de la carga y la carrera tan larga. Es algo que va evolucionando y uno dice hasta cuándo se puede aguantar y, por eso, será el último año y listo", contó.
Y también hubo espacio para tomárselo con cierta gracia y 'romper un poco el hielo', en medio de tanta tristeza, tensión y dolor por la noticia. "No hay un momento exacto en el que pensaramos en el retiro, solo que pues a medida que uno se va haciendo menos joven (risas), ya hay hijos, familias, una decisión implica a otros, se hace un balance y se habla de ello".
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"Es ahí donde decidimos que era una temporada más y ya. El circuito es muy exigente y agotador, con sus cosas buenas y malas. Hay un momento que se charló y vimos que no nos veíamos más allá. Hablamos las cosas como son, siempre de la manera más abierta posible, y nos sinceramos, así que salió fácil. La vida te muestra el camino y se decide", sentenció.