Terry, de 31 años, vio la tarjeta roja en el encuentro de vuelta de semifinales frente al Barcelona tras propinar un rodillazo al delantero chileno Alexis Sánchez, lo que le valió la expulsión y la suspensión automática para la final de la máxima competición continental frente al Bayern de Múnich del próximo sábado.
"Los que estamos suspendidos para el encuentro aún podemos aportar mucho al equipo, tanto en los entrenamientos como en la preparación de la final", aseguró Terry en declaraciones a la página web del Chelsea.
El defensor inglés es junto a Frank Lampard, Juan Mata y Didier Drogba, uno de los jugadores más destacados del equipo londinense en una temporada en la que finalizaron en sexta posición de la Premier League, pero en la que lograron la Copa de Inglaterra (FA Cup) y el pase a la final de la Liga de Campeones.
Terry es uno de los cuatro jugadores del equipo presidido por el magnate ruso Román Abramóvich que no podrán saltar al césped del Allianz Arena por estar sancionados.
Además del internacional inglés, otros tres futbolistas clave en los planes del técnico Roberto Di Matteo -el defensa serbio Branislav Ivanovic y los centrocampistas Raul Meireles y Ramires -, no podrán disputar el partido.
Terry cree que, una vez finalizada la Premier League, el equipo "tiene que centrarse en la final de la Champions" y espera que Di Matteo "pueda tener listos a todos los jugadores para el encuentro del sábado".
El equipo londinense acabó la temporada en sexta posición de la liga inglesa tras lograr un triunfo por 2-1 frente al Blackburn Rovers, con tantos de Terry y de Meireles.
"Siempre está bien terminar la liga con un triunfo y más después de la derrota frente al Liverpool de la pasada semana. Ahora afrontamos la final con una mentalidad más ganadora", apuntó el futbolista ‘blue'.