El primer recuerdo que tengo de un partido de fútbol colombiano por TV es del 6 de noviembre de 1985. Estaba sentado con mi abuelo esperando que transmitieran cómo ardía el Palacio de Justicia, cuando de pronto, de la nada, sin que avisaran, empezó Millonarios vs. Unión Magdalena y así, a punta de fútbol para todos, el gobierno trató de evitar que el país viera la catástrofe democrática que ocurría en la Plaza de Bolívar. Ahora un senador, Luis Fernando Duque, acaba de presentar un proyecto de ley llamado así, 'Fútbol para todos', para democratizar el fútbol, para que el gobierno transmita en la señal abierta y pública los partidos de fútbol. El documento que radicó en la Secretaría del Senado de la República se encuentra en este enlace y, de veras, le recomiendo que se lo lea porque es una maravillosa muestra más del uso político y económico que se hace del fútbol en este país, ese que el gobierno Betancourt y la entonces ministra Noemí Sanín nos mostraron en 1985 y que ha tenido más episodios que Padres e Hijos: desde Andrés Pastrana levantando la Copa América en 2001 hasta Alvaro Uribe pidiendo el Mundial de 2014 para Colombia, incluyendo, por supuesto, ese vínculo casi sobrenatural que hace que Águila sea mi Selección. El proyecto de Duque dice ser para declarar "de interés público la transmisión del Torneo del Fútbol Profesional Colombiano, con el objeto de que todos los canales de televisión en Colombia tengan la posibilidad de transmitir los partidos de su interés", pero después de leerlo no pude evitar sonreir maliciosamente. Más allá de las buenas intenciones que hay detrás de declarar el Fútbol Profesional Colombiano un "evento de interés para la comunidad", las cuales aplaudo pues creo que eso es este deporte, el senador Duque muestra un tremendo desconocimiento de la realidad de la organización del balompié. No me refiero solamente al artículo 8 del proyecto de ley, en el cual confunde Liga, Torneo y Copa Postobón (no lo culpo, pero cito: "Declárese alcanzado por lo dispuesto en la presente ley exclusivamente y con carácter taxativo los torneos deportivos correspondientes a la Liga Postobón (Torneo Grupos de la categoría A y B) Copa Postobón (Torneo Grupos de la categoría A), Torneo de la B (Para ascenso a la categoría A o descenso a la categoría B)"), me refiero específicamente al funcionamiento sui generis del fútbol. La excusa general del proyecto de ley es combatir el monopolio, pero la Dimayor puede demostrar, muerta de la risa, además, que no hay tal con sus derechos de TV: se los vendió a RCN, a DirecTV, a Supercable, a algunos operadores de TV comunitaria y, si Telmex, Telefónica, Une, Superview, Perubólica o TV Pirata Interdepartamental quieren transmitir, pues tienen que pagar. Que el precio que pone el rector del Fútbol Profesional Colombiano es ridículo es otra cosa: venden gato por liebre y por eso es que los cableoperadores no se quieren meter en eso; porque entre 2006 y 2011 pagaron US$3.4 millones por año y ahora, con el cambio de esquema del negocio que plantea la entidad dirigida por Ramón Jesurún, quieren que esas mismas empresas les paguen US$60 millones al año. Y aunque estoy de acuerdo con el senador Duque en que el fútbol es de interés general y, como muchos otros me parece el colmo que mi cableoperador no se meta la mano al dril para pagar los derechos de TV, lo cierto es que no valen eso que piden. ¿O me van a decir que este fútbol de equipos aún investigados por sus vínculos con narcotraficantes y paramilitares, este campeonato de clubes quebrados, futbolistas tratados como esclavos y tribunas casi siempre a medio llenar, este torneo cuyos mejores conjuntos naufragan en el continente vale casi US$300 millones en cinco años? No seamos pendejos... Ahora, en la propuesta de Duque se plantea claramente una intervención estatal en la Dimayor: el proyecto de ley 'Fútbol para todos' lo que busca es modificar la contratación que maneja una entidad absolutamente privada y ahí no sólo hay un grave error legal, sino que hay una muestra clara de no saber con quién se está tratando. Porque si bien el deporte de la pelota es algo de lo que todos disfrutamos, parece que el Honorable Senador ponente no sabe que el fútbol no es suyo, ni de los hinchas, ni de la nación; el fútbol es de la Fifa , de los dirigentes, y ellos pueden hacer con él lo que quieran, como vender los derechos de TV a quien más les pague (por eso Caracol da los partidos de la Selección y no RCN, por ejemplo) o incluso hacerle favores al gobierno de turno, como programar una fecha y autorizar la transmisión de uno de sus partidos mientras el Palacio de Justicia arde en llamas. La extraña programación de los partidos por TV Ahora bien, me tomé el trabajo de ver qué fútbol es el que nos están ofreciendo en pantalla y noto unas tendencias de las que se pueden sacar conclusiones: - A Equidad lo tienen borrado: en cada fecha RCN transmite un partido y la Dimayor produce para las empresas que le pagaron siete otros juegos, con lo que siempre hay un encuentro que nos quedamos sin ver. Hasta la fecha han sido: Equidad vs. Itagüí, Chicó vs. Equidad, Envigado vs. Quindío, Pasto vs. Envigado, Equidad vs. Cúcuta, Pasto vs. Santa Fe y Equidad vs. Quindío. Mejor dicho, en siete fechas a Equidad sólo le hemos visto tres partidos, y así seguiremos pues este fin de semana el que se quedó sin pantalla es Pasto vs. Equidad, duelo con el segundo equipo al que menos le transmiten. Por supuesto, en términos de principios de TV es incluso comprensible que dejen de dar los juegos de un equipo chico y con pocos hinchas (lo que representa un rating bajo), pero es absolutamente injusto. Esto me genera dudas: ¿por qué a otro nuevo sin muchos hinchas como Itagüí sólo han dejado de darle precisamente el partido en que visitó a Equidad? Debe ser, digo yo, porque las comunitarias a las que les vendieron derechos son antioqueñas... ¿Hay problemas para la transmisión desde Techo? No, porque por ejemplo Equidad vs. Millonarios sí tuvo pantalla... y acá está la segunda conclusión. - ¿Pantalla azul?: todos los que trabajamos en esto sabemos que los equipos más vendedores del país, tanto por cantidad de hinchas como por animadversión de los rivales, son Millonarios, Nacional, América y Junior. Por eso no es raro que las portadas tengan sus fotos, que ocupen los homes en los portales y que, por supuesto, sean los que se roban más minutos en pantalla. Pero lo que está pasando con el equipo de Bogotá es sospechoso: en siete fechas le han dado cinco partidos por RCN, el único juego que todos los que no tienen DirecTV, Supercable o una comunitaria antioqueña pueden ver. Claro, es un equipo grande, taquillero y popular que cumple la ley no escrita de exceso de amor y exceso de odio que sube rating, pero es un abuso con los hinchas del resto de equipos. Por supuesto, es inevitable pensar en la conexión RCN, empresa del Grupo Postobón, y Pepsi, principal patrocinador del equipo azul, pero nada se puede demostrar al respecto. Sobre todo porque el equipo de la organización, Nacional, sólo ha tenido un partido por el canal... precisamente frente a Millos. - ¿Quién programa en la B?: cuando se anunció que este año se iba a transmitir todos los lunes un partido de la B a las 8 de la noche, muchos dijimos que iba a ser la excusa perfecta para mantener al América en TV. No nos equivocamos: en siete fechas América ha estado cuatro veces en pantalla, cinco si sumamos el América vs. Petrolera de la próxima jornada, y si bien se entiende que el rojo, así como Millonarios, Nacional y Junior, son equipos que jalan en audiencia, lo sorprendente es la programación de los partidos que no tienen al diablo como protagonista. Este lunes dieron Barranquilla vs. Bogotá: el último contra un equipo de mitad de tabla, dos semanas antes habían dado Depor vs. Academia, un duelo de dos equipos irregulares y el otro duelo que se vio por TV y que no tuvo al América fue Pereira vs. Expreso Rojo. Si se ve la tendencia, no sólo se trata del rating del América, sino de la utilización de equipos que juegan en ciudades con estadios que cuentan con iluminación: el Pascual Guerrero ha tenido cuatro juegos, y los otros se los reparten el Ramírez Villegas, Techo y el Metro de Barranquilla. Sólo por esto podemos olvidarnos de ver juegos como locales de dos de los mejores equipos de la temporada, Sucre y Uniatónoma, y les aseguro que nunca van a dar un juego del líder Rionegro, por más que su estadio sí esté iluminado, ya que la potencia de la luz no funciona para TV. Por supuesto, será esperar que a Bucaramanga, Tuluá y Unión Magdalena les transmitan algún partido, así como a los bogotanos Academia y Bogotá que, como Fortaleza, pueden actuar de noche en Techo o en Compensar, pero mientras demos como un hecho que el monopolio del América en la televisación de la B va a seguir. Es que esta política de la Dimayor de fútbol para todos (que irónicamente se llama como el proyecto de ley que quiere tumbarla), nunca explica que ese "todos" se escribe bajo la sombra del signo "pesos"... Discutámoslo en Twitter: http://twitter.com/PinoCalad
Actualizado: enero 25, 2017 12:07 p. m.