“Americanos, va la madre si no llenamos el estadio”. Eso decía la cartulina y la invitación del técnico Diego Edison Umaña para que los aficionados acompañaran al cuadro vallecaucano en el estadio Pascual Guerrero el año pasado. Algo de esa frase-amenaza la recuerdo ahora con la intención que tiene Junior de sacar al portero uruguayo Adrián Berbia, debido a su mala actuación en la Copa Libertadores, como si él fuera responsable excluyente de la eliminación. ¿Es Umaña quien quiere echarlo? ¿Son los directivos? ¿Acaso el entrenador se está prestando al sucio juego de sus jefes? ¿Es justa una decisión de este tipo? Umaña ha sido bastante pintoresco en su carrera. Recientemente permitió que jugara Anthony de Ávila a sus 45 abriles. También se postuló para ser el D.T. de Colombia en reemplazo de Eduardo Lara. Ha sido irrespetuoso: le pegó a su colega Daniel Carreño en un clásico ante Cali, equipo del que fue recogebolas. En 2006, cuando dirigía al Quindío y se mostraba inquieto por supuestas amenazas de muerte en su contra, sufrió un paro cardiaco. Al América lo sacó campeón en 2008-II (con Berbia bajo los tres palos) y lo dejó después de varias renuncias inconclusas. Así llegó Umaña a Junior, equipo que pisó en falso al despedir desagradecidamente a Julio Comesaña, el técnico que lo sacó subcampeón en el Apertura 2008 y que consiguió el tiquete (ya usado y desechado) a la actual Copa Libertadores por haber sido el mejor de la Reclasificación. Ahí comenzó el error del cuadro de Barranquilla. El cambio de estratega fue un desaguisado. Umaña tomó después las riendas de un conjunto que cuesta mucho dinero mensual y que, por ende, tenía mucha expectativa en la Copa. Nada bueno ha resultado el experimento hasta ahora. Junior quedó por fuera de la Libertadores contando, claro que sí, una paupérrima presentación de Berbia. Pero sacarlo de esta manera del equipo –como quieren así hayan echado atrás la determinación- hubiera sido malsano y enviaría un pésimo anuncio a la afición y al resto de jugadores. “Uno es socio para el éxito o para el fracaso”, reclamó Berbia, quien además cuestionó que “parece que no se equivocó nadie más” en Junior durante el torneo internacional. Giovanni Hernández sacó la cara y explicó que el arquero uruguayo merece respeto, más allá de lo futbolístico. Martín Arzuaga le dedicó el triunfo del domingo ante La Equidad. Valdría la pena preguntarse si acaso fue sólo Berbia el culpable de la dolorosa eliminación. Como mínimo también lo es Umaña, al decirle a su portero que la situación en Barranquilla es insostenible (como si no tuviera carácter para defenderlo y dejarlo como suplente) y también porque nunca vio que su pupilo no merecía ser titular. Si de salidas se habla, no debería ser una sola. El mismo mensaje que plasmó Umaña en la cartulina se puede hacer otra vez con todos los que propenden por la salida indigna del uruguayo. Ojalá la afición entienda que Junior es literalmente un equipo y que hay mejores decisiones que castigar sólo a un jugador de los muchos que perdieron la batalla. La última posición oficial del equipo "La Corporación Popular Deportiva Junior precisa lo siguiente, con respecto a las informaciones relacionadas con las conversaciones sostenidas por el Director Técnico Diego Umaña con el jugador Adrián Berbia: “La comunicación que tuvo con el jugador el Director Técnico Diego Umaña el pasado sábado en Montevideo, fue exclusivamente orientada a manifestarle al jugador su preocupación por el ambiente generado en la ciudad con respecto a las recientes actuaciones del jugador, y a manifestarle que sería mejor para él, en este contexto, considerar la posibilidad de buscar un cambio de lugar en el que desempeñar su actividad. “El jugador en mención continúa perteneciendo a nuestro registro".
Actualizado: enero 25, 2017 02:40 p. m.