Eli McCann recientemente compartió una anécdota que ocurrió hace tres años, cuando su esposo, con complicidad de su mamá, organizó un funeral para celebrar su cumpleaños.
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"La gente no debería tener que morir para que sus amigos se reúnan y digan por qué la aman", fue lo que su pareja le dijo tras planear esa singular ceremonia.
Cuando Eli llegó a la casa de un conocido que lo había invitado a cenar y al entrar vio el servicio fúnebre y a los invitados, alrededor de 15, que lloraban y lo ignoraban, como si fuera un fantasma, mientras recordaban lo bueno que había hecho en vida.
"Me senté en una de las sillas y miré el servicio. Fue tan encantador, divertido y morboso y me encantó cada segundo", le dijo a The Mirror.
Según Eli, su esposo siempre ha sido creativo para todo tipo de festividades, como una búsqueda del tesoro para encontrar los regalos de Navidad o lanzarse con paracaídas en otro cumpleaños.
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