Hay momentos en la vida que parecen de película y este es uno de ellos. Su protagonista: un lagarto carroñero asiático que sorprendió con su “visita” a clientes y empleados de un supermercado en Tailandia.
El gigante de dos metros escaló como un montañista la estantería de los jugos.
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¿Qué buscaba? Disfrutar de la unidad de aire acondicionado, ubicada encima de la estantería.
Uno de los trabajadores del lugar tuvo que llamar a la Policía y esta, a su vez, a cazadores de reptiles para capturarlo y devolverlo a su hábitat.
Eso sí, quedó debiendo todo lo que destrozó.