No es un carro ni un avión, ¿qué regalo emocionó tanto a este inocente niño?

Tomás, de 3 años, quería un sencillo aunque enorme presente, una jugosa sandía. “No la cortes”, fue lo que le pidió a su mamá mientras abrazaba la fruta.
La simpática escena fue captada en Chile.

 
 

"