Robert Kelly es el analista político que saltó a la fama en 2017 después de que su esposa y sus hijos lo interrumpieran en una entrevista en vivo con la BBC.
Ahora se ha convertido en el papá de Twitter. La red social lo fichó como protagonista de una campaña para promover nuevas herramientas con las que los usuarios puedan tomar el control de las conversaciones.