Los cuerpos, momificados, fueron ubicados en el macizo de Les Diablerets a 2.615 metros sobre el nivel del mar.
"Se trataba de un hombre y de una mujer que llevaban ropa de la época de la última guerra mundial”, explicó Bernard Tschannen, director de la estación de esquí, que queda en el macizo, Glacier 3000.
El hallazgo fue realizado el pasado jueves por la noche por un empleado de la estación.
Junto a los cadáveres se hallaron sus enseres: unas mochilas, una botella, un libro y un reloj.
Aunque la policía no ha realizado aún las pruebas de ADN, se cree que los cuerpos encontrados corresponden a un zapatero, de 40 años, y una institutriz, de 37 años, que salieron a alimentar a su ganado en las montañas. La pareja dejó huérfanos a siete hijos que fueron repartidos entre familias de acogida.
"Hemos pasado nuestra vida buscándolos sin descanso. No pensábamos poderles ofrecer un día el funeral que merecían", dijo Marceline, que tenía cuatro años cuando sus padres desaparecieron.