Empresario italiano fue hallado muerto en apartamento arrendado a trans colombiana

El cuerpo del gerente de una compañía farmacéutica, de 55 años, estaba tirado en el piso y cubierto con una sábana en Milán.

Enrico Maccari, un hombre delgado, de 1,73 de altura y pelo oscuro canoso desapareció misteriosamente en vísperas de Navidad. Inexplicablemente su familia le perdió el rastro tras haber compartido las fechas, en especial con sus cuatro hijos.

Pasaron los días y no había noticias de Maccari hasta que una llamada alertó a su familia. El 29 de diciembre hallaron su vehículo en la ciudad italiana de Milán. Las pesquisas permitieron recolectar dos computadores portátiles y medicinas que debía tomar a diario, pero nada de esto fue suficiente material de prueba para seguirle la pista.

La denuncia de su familia permitió a las autoridades de Suiza ingresar de manera forzosa al apartamento donde vivía. No había señales de violencia o robo. Sus familiares no recordaban que él les hubiera comunicado que tuviera que viajar a Italia.

Dicho protocolo no daba mayores pistas del paradero de Maccari después de varios días, pero fue una llamada la que permitió hallarlo.

Una joven cubana se comunicó con el 112 y alertó a las autoridades el hallazgo de un cuerpo en el apartamento de Carolina, como fue identificada la trans colombiana que vivía allí. El cadáver estaba en un ambiente de cortinas cerradas y con una sábana cubriéndolo.

La mujer que contactó a la policía explicó que durante varios días intentó contactar a la colombiana, las llamadas y los mensajes fueron infructuosos. Contactó a unos amigos que tenían copia de la llave del recinto y acudieron para tener noticias de Carolina, pero hicieron el macabro hallazgo.

Médicos forenses llegaron a cubrir el caso y determinaron que no hubo violencia. La ausencia de heridas, hematomas o contusiones permitieron descartar una muerte violenta. Recientemente Maccari había iniciado una relación con una mujer y la relación con sus hijos era agradable, lo que aleja aún más la hipótesis de un homicidio.

La conjetura más próxima, según el Corriere Della Sera , medio que informa los hechos, Enrico pudo haber tenido un ataque o una muerte repentina y quien lo acompañaba – presumiblemente Carolina – cubrió el cuerpo, cerró las cortinas y huyó desesperada al no saber qué hacer.

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