Un vehículo de transporte masivo que puede avanzar por encima de carros tradicionales podría ser la solución definitiva a los embotellamientos en las principales ciudades del mundo.
El proyecto fue socializado en la 19 exposición internacional de Alta Tecnología en Beijing y fue inventado en 1969 por los dos arquitectos Craig Hodgetts y Lester Walker.
Consiste en una estructura que abarca dos carriles de circulación, se transporta sobre rieles y puede llegar a movilizar 1.400 pasajeros a una velocidad superior a los 60 kilómetros por hora.
Otra de las ventajas de este sistema de movilidad es que puede funcionar con electricidad y suplir la capacidad de nada menos que 40 autobuses. Además, según sus inventores, sería más económico que los sistemas metro del mundo ya que no necesitaría de perforaciones.
Inicialmente se construiría una línea de cerca de 8 kilómetros en Changzhou.