Un verdadero hervidero fue un coliseo de Cochabamba, Bolivia , ante la presencia del expresidente de ese país Evo Morales, quien asistió a una cumbre del Movimiento al Socialismo para la selección de sus candidatos a la alcaldías y gobernaciones.
“Fuera, fuera, fuera” o “renovación, renovación”, gritaban algunos de los asistentes, cuando ocurrió lo impensado: un hombre lanzó una silla, lo que motivó a otras agresiones que terminaron con uno de esos elementos en la cabeza de Evo Morales, mientras sus escoltas trataban de evitar otras agresiones.
Morales estaba en la mesa principal junto a integrantes de su partido cuando estalló el descontento.
Previo al encuentro, Evo Morales había publicado un mensaje acusando a la prensa de tergiversar el resultado de las reuniones partidarias.
Este hecho, sucedido el lunes, se suma a otros episodios como el del viernes, cuando algo similar ocurrió en una localidad del departamento de Potosí, tanto grave que Evo Morales tuvo que ocultarse y alguno de sus colaboradores tuvo que disfrazarse para no ser agredido.
Morales regresó al país tras el triunfo por la presidencia de Luis Arce, su exministro de Economía.