Lisa Boothroyd -de 48 años- es la protagonista de un insólito accidente en la ciudad de Rugby, Warwickshire, en Inglaterra.
Ella confundió pólvora (una especie de totes) con unos dulces, se los echó a la boca y al morder uno este explotó, provocándole quemaduras.
Según la mujer, la cajita de mini-pirotecnia estaba cerca de los bombones que ella pretendía comprar para compartir con sus vecinos.
Lisa presentó quemaduras en la boca y afectación en un diente. Además, le prescribieron analgésicos.
“Sentí que mi boca estaba en llamas por varias semanas, apenas podía comer o dormir”, dijo la mujer al Mirror de Reino Unido.
Finalmente, insistió en que el supermercado debería esforzarse más por diferenciar estos productos, pues ella estaba convencida de que eran dulces que explotaban en la boca.