Autoridades sospechan que el contacto con el químico, 50 veces más potente que la heroína, fue involuntario. Alton Banks vivía en Florida, EE. UU.
El pequeño Alton llegaba a su casa tras una jornada en la piscina comunitaria. Llegó a la puerta, se desplomó y cuando era trasladado a un hospital, murió.
La autopsia determinó que su cuerpo dejó de funcionar por una sobredosis del opioide fentanyl.
Autoridades sospechan que el pequeño tocó con su mano la droga y se la llevó a la boca sin saberlo.