Peter Turkson, el hijo del carpintero que nació para liderar la Iglesia

La suya parece una historia de hadas dentro del Vaticano. Nació hace 65 años en Wassaw Nsuta, en la parte occidental de Ghana, en el seno de una familia de origen muy humilde. Su padre, católico, era carpintero y su madre, metodista, vendía verduras en el mercado. Fue el cuarto de diez hijos.
Tiene, curiosamente, un tío que es musulmán. Algo que tomaría importancia años después cuando se atrevió a hablar de la creciente influencia del islam en Europa.
Su destino en la Iglesia empezaría a escribirse desde niño, al estudiar en el seminario de Santa Teresa.
Luego fue a estudiar Teología en St. Anthony-on-Hudson, en Nueva York, al tiempo que se empleó para trabajar como aseador en un banco, en donde hacía los turnos de la noche. En uno de ellos, un transeúnte observó que merodeaba en las inmediaciones de la entidad financiera y llamó a la Policía creyéndolo un ladrón. Tuvo que llamar a su agencia para demostrar que en realidad laboraba allí.
Quizás ese origen y esas experiencias de vida lo convirtieron en un hombre de carácter humilde, con los pies puestos sobre la tierra, de buen humor y cercano a las personas. Al menos eso dicen quienes lo conocen.
Fue ordenado sacerdote en 1975 y regresó a su país para enseñar en el seminario de Santa Teresa y después fue enviado al Instituto Bíblico Pontificio en Roma.
Desde entonces, su ascenso dentro de la iglesia ha sido meteórico. Fue arzobispo de Costa del Cabo y presidente del Episcopado de su país. En 2003, Juan Pablo II lo nombró cardenal.
En la actualidad, es presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, uno de las posiciones más importantes del catolicismo.
Desde su cargo ha ofrecido su receta par la pobreza: justicia social más que caridad y también límites éticos al capitalismo.
Uno de los más significativos logros en su papel como cardenal fue su rol como garantizador de paz, luego de las elecciones en Ghana en 2008, cuando una nación tradicionalmente pacífica estuvo al borde de la violencia.
Turkson se reunió con los encargados de las elecciones y los partidos políticos con un mensaje de paz. "No lo hizo abiertamente sino discretamente. Salvó a toda la nación", dice una de las figuras de la iglesia en Ghana.
¿Qué clase de papa será? Aunque muchos esperan de él posiciones más flexibles en cuanto a temas controvertidos como el homosexualismo y el aborto, ciertamente Turkson no tendrá un acercamiento diferente al de sus predecesores.
Del uso del condón para prevenir el sida en África, si bien lo defiende en algunos casos, ha dicho que "la abstinencia, la fidelidad y no tener sexo si se está infectado son las claves para controlar la epidemia". También cree que "el dinero que se gasta en condones debería ser utilizado en proveer drogas retrovirales a aquellos que ya están infectados".
Un acercamiento con otras religiones también puede esperarse de él. En 2012, ante una reunión con importantes figuras del Vaticano mostró un video que predecía que partes de Europa serían tomadas por el islam. Esto creó una enorme polémica.
Después de reconocer que el video no era una fuente confiable de estadísticas, explicó lo siguiente: "Para mí, atacar el islam es como atacar mi propia familia. Mi tío paterno era musulmán y cuidó de mí cuando yo era niño, cuando envejeció yo cuidé de él. El punto no era ser anti-islam. Absolutamente, no. El punto era resaltar una tendencia anti-nacimientos en el mundo occidental, donde, yo creo, hay gran necesidad de aplicar los valores del reino de Dios en el orden social". De hecho, Turkson ha instado a los cristianos a leer el Corán, para entenderlo mejor.
Es de esperar que ese carácter terrenal, que también revela jugando fútbol y escuchando la música de James Brown, sea revelado pronto a los millones de fieles, que esperan de él conducir el catolicismo a través de difíciles tiempos.

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