Tras superar los 30.000 fallecimientos, se sitúa por delante de Italia y España.
Los datos publicados el martes por las diversas agencias regionales de estadística de Reino Unido suman 32.313 muertos por COVID-19.
Este triste récord parecía impensable hace dos meses, cuando los británicos registraban su primer fallecimiento y el primer ministro Boris Johnson afirmaba seguir estrechándole la mano a todo el mundo.
Desde entonces,el líder conservador enfermó gravemente y tuvo que ser hospitalizado, incluidos tres días en cuidados intensivos , mientras el balance de víctimas crecía jornada a jornada.
El recuento del ministerio de Sanidad se disparó hace una semana cuando este comenzó a sumar las muertes por COVID-19 en domicilios y residencias de ancianos a sus balances diarios en centros hospitalarios.
Así el Reino Unido superó primero en números totales a España (25.428 fallecimientos hasta el lunes) y ahora a Italia (28.884).
Solo Estados Unidos, que suma 67.682 muertes desde el inicio de la crisis, sale peor parado.
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