El horror de la guerra nuevamente sacude al mundo. Mohammed Shohayet, bebé de apenas 16 meses de nacido, apareció muerto a la orilla de un río luego de que su familia intentara huir del genocidio del que es víctima una etnia musulmana en Myanmar.
El pequeño pertenecía a los rohinyás, una comunidad que no es reconocida por el gobierno de la antigua Birmania y por lo tanto no tiene derecho a tierra ni a trabajo.
Además, según Humans Rights Watch, son constantemente atacados por el ejército y por budistas radicales.
El papá del pequeño Mohammed asegura que debido a esta persecución y al hambre decidieron atravesar el río Naf hacia Bangladesh.
Sin embargo, la embarcación donde viajaba con su esposa y dos hijos naufragó y provocó un desenlace fatal. Solo él sobrevivió.
La dolorosa imagen del pequeño sin vida recuerda a Aylan Kurdi, bebé sirio que apareció muerto en una playa turca en septiembre de 2016 y se volvió reflejo del drama de los refugiados.