Otra ventaja es que ninguna de las piezas necesita ser importada. Se preparan para fabricarlo en serie y ayudar a pacientes con coronavirus.
Para garantizar el desarrollo de este ventilador mecánico fue necesario un equipo compuesto por anestesiólogos, intensivistas, ingenieros y neumólogos.
“La necesidad de un ventilador mecánico con la epidemia del COVID-19 es poder suplir las necesidades de respiración de los pacientes que tienen esta enfermedad, que afecta de manera muy grave el pulmón”, explicó el médico neumólogo Luis Giraldo.
Sobre este prototipo el director de Ingeniería Mecánica de la Universidad de la Sabana, Julián Echeverry, recalcó que “nuestro ventilador artificial no está construido con sensores biomédicos ni con electroválvulas biomédicas, que son muy costosas y que también en este momento sería imposible conseguirlas en el mercado, entonces es una diferencia significativa”.
La Universidad de la Sabana dice que tiene todo lo requerido en sus laboratorios para poder fabricar en serie estos ventiladores, diseñados específicamente para el tratamiento del COVID 19 y para salvar vidas.
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