Los dolorosos cálculos: ¿por qué se producen y cuál es el tratamiento?

Su origen puede ser genético, defectos de los tubos o malos hábitos alimenticios. Solo un médico puede determinar qué tratamiento se requiere en cada caso.

Dependiendo de su tamaño y ubicación se pueden operar, tratar con láser o extraer. Será el médico quien dictamine qué se debe hacer.

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