El invierno se ha convertido en un dolor de cabeza para los habitantes de Manrique, en el nororiente de la capital antioqueña. Denuncian que nadie responde ante las constantes inundaciones consecuencia de las fuertes lluvias.
El servicio de alcantarillado parece ser insuficiente ante las grandes cantidades de agua que caen sobre la vía principal de la carrera 32, lo que genera reboses de las canalizaciones alcanzando niveles de medio metro de altura.
Según habitantes del sector, los establecimientos comerciales y las viviendas que se encuentran en la parte baja del barrio son los más afectados, a tal punto que cada vez que llueve sus propietarios deben sacar grandes cantidades de lodo y tierra.
“Nadie nos responde. Tenemos un radicado que nos dieron en infraestructura para venir a solucionarnos este problema en 15 días, desde enero venimos con esta situación. Esto ocurre también en verano, convirtiéndose en un foco de zancudos”, afirma Jesús, residente del barrio afectado.
Por ahora la comunidad espera que los constantes llamados tengan una respuesta favorable por parte de las autoridades del municipio y de esta manera pueda mejorar la calidad de vida de sus habitantes.