El corregimiento de Aguada de Pablo, del municipio de Sabanalarga, es la población de Atlántico donde todos sus habitantes se negaron a votar. Mirna Ruiz, una de las ciudadanas, sostiene que “nos sentimos abandonados”. “Lo poquito que hacemos es con actividades y ahí más o menos le damos cara al pueblo”, agrega.
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Lacides Berdugo, otro de los residentes, dice que hay cuatro puntos en los que exigen soluciones inmediatas.
El primero es “con el puesto de salud totalmente abandonado, la salud absolutamente pésima, pobre, no hay para un recetario, hay que sacar copia para que nos atiendan”.
Otro de los puntos tiene que ver con la inspección de Policía de Aguada de Pablo, “que ha quedado totalmente en la calle, junto a un árbol de guayacán”.
La gente también denuncia “el abandono total de la recreación de nuestros hijos” y piden por mejorar las condiciones de alimentación.
El 13 de marzo, día de elecciones legislativas, algunos pobladores de Aguada de Pablo se enfrentaron con la Policía en medio de su rechazo a votar.