'El Mello Bolaños’, peligroso sicario y ficha clave en la costa Caribe de alias ‘Otoniel’, máximo jefe del Clan del Golfo, construyó un búnker en un humilde barrio de Santa Marta para ocultarse de las autoridades y sus enemigos.
La casa, comprada por el capo desde hace algunos meses, se encontraba en medio de humildes viviendas y contaba con al menos 30 cámaras de seguridad en la parte externa y poderosos muros que terminaban con alambres eléctricos. También, con una puerta con blindaje nivel tres.
Al ingresar a la vivienda, los investigadores se encontraron con varios impactos de tiros de fusil con los que el señalado traficante de droga desfogaba su furia y generaba terror entre los vecinos, que debían guardar silencio de lo que sucedía allí adentro, pues, de lo contrario, el sicario los mandaba a matar con su red de matones y de informantes, de la que hacían parte algunos mototaxistas que se movían por Santa Marta.
“El Clan del Golfo en el 2021 recibe a este delincuente y lo pone como el cabecilla máximo de todas las rutas del narcotráfico, especialmente en puertos del Magdalena y La Guajira, donde hacía los centros de acopio del estupefaciente y luego le cobraba a los narcotraficantes hasta un millón de pesos para ofrecer seguridad y transporte a nivel internacional”, explica el general Fernando Murillo, director de la Dijín.
Y así ‘el Mello Bolaños’ fue adquiriendo miles de millones de pesos convirtiéndose en uno de los hombres de alias 'Otoniel' más ricos y mostrando su poder a través de lujosas joyas, colección de motos, carros y pistolas que guardaba en su impenetrable búnker.
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Gracias a su afición por los casinos, los investigadores lograron llegar hasta él. Conoció a una agente infiltrada que se ganó su corazón y confianza hasta que el narco la metió a su impenetrable búnker y ella fue la encargada de entregarlo a la Dijín.