Esta mujer pudo reunirse con los hijos que la guerra se había llevado

Tuvo cuatro y todos se marcharon a la guerrilla, uno de ellos murió. Pensaba que no los volvería a ver, pero el proceso de paz lo hizo posible.
Tras años de separación, Floralba Castillo, su hijo excombatiente de las FARC y dos nietos se sientan a la mesa. La escena era imposible dos años atrás, pues la guerra, dice ella, le quitó para siempre a uno de sus hijos.
"Para mí ha sido una alegría muy grande volver a saber de ellos y pensar que los voy a volver a tener cerca", dice Floralba.
Floralba tuvo cuatro hijos y todos se fueron un día, se despidieron y le dijeron que volverían  en dos meses.
"Todos se fueron a la guerrilla y para mí fue terrible; eso no es fácil, saberlos lejos, esta lucha ha sido terrible y la guerra no es buena para nadie", añade.
Y como toda madre, sin importar si sus hijos eran guerrilleros, así habló de ellos:
“Son lo mejor que yo tuve en la vida, no importa que sean guerrilleros, para mí es lo mejor que yo tuve".
El proceso de paz les ha permitido a padres y madres visitar las zonas veredales donde sus hijos le dirán adiós a las armas. Ahora el reto es recomponer la vida que la guerra fracturó en mil pedazos.
“Nunca pensé que iba a tener nietos porque en la guerrilla no podían tener hijos, pero ahora con esto tengo dos nietos  y estoy muy feliz, ¡claro, yo los adoro!"
Floralba aún guarda la esperanza de recuperar el cuerpo de su hijo y poder darle cristiana sepultura.

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