“Seguimos en las mismas”: la paz no ha llegado a estas veredas de Tumaco

En Tandil, Vallenato y La Plaza poco o nada ha cambiado. Sus habitantes, que esperaban con ansias el fin del conflicto, no han parado de sufrir.

El 24 de noviembre de 2016 se  firmaba el acuerdo de paz  con las FARC y en estas veredas de Tumaco se despertaba la esperanza de un mejor futuro. Sin embargo, la realidad es otra: las erradicaciones han aumentado, pero las oportunidades escasean.

"Todos los días se oye enfrentamientos entre la fuerza pública y las disidencias, y hablan que nuestros jóvenes todos los días ingresan, porque los que trabajaban en la recolección de la coca ya no tienen otra opción", dice Franco Jesús Mora, campesino de Alto Mira.

"Seguimos lo mismo. Nosotros los campesinos siempre estamos aislados del gobierno, no tenemos una ayuda, no tenemos nada", recalca Eibar Díaz, otro labriego.

En la zona de la masacre de 8 campesinos, en la vereda Tandil, familiares y amigos realizaron una misa en honor a las víctimas.

"Todo lo mismo y más peor, porque cuando estaba las FARC no se miró esta masacre, nunca se miró esto. Pero ahora con el proceso de paz mire lo que pasa. Mis hijos andaban, todo el mundo andaba tranquilo (…) se hizo la paz y vea lo que sucedió, el Gobierno no mandó gente buena sino gente mala", lamenta Marleny Cortés, madre de una víctima.

Los pobladores aseguran que si bien en los acuerdos se contempló la necesidad de realizar procesos de sustitución del cultivo de coca , en estas regiones solo se han realizado erradicaciones forzadas.

La comunidad aún espera los resultados de las investigaciones y las capturas pertinentes tras la masacre del 5 de octubre.

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