Rafael Nadal ha anunciado este jueves que no jugará el torneo de Madrid debido a que la lesión en el psoas ilíaco que padece desde el pasado mes de enero, una de las tantas que viene sufriendo desde 2004, no evoluciona como estaba previsto.
Esa circunstancia pone en su duda el regreso a las pistas del tenista mallorquín, considerado el mejor deportista español de la historia, en las próximas citas en tierra batida de Roma y París.
El calvario de los contratiempos físicos del ganador de 22 títulos de Grand Slam, que ya le han impedido jugar en Montecarlo y Barcelona, comenzaron con una fractura de sobrecarga en el pie izquierdo -síndrome de Müller-Weiss- cuando tenía 19 años y acababa de ganar el primero de los catorce Grand Slams en Roland Garros.
Desde el primer momento, Nadal evitó el tratamiento quirúrgico de una lesión que es incurable, según los especialistas, y la combatió con plantillas especiales e inflitraciones con el objetivo de reducir el dolor en la zona afectada.
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Cuando perdió ante el canadiense Denis Shapovalov en el Torneo de Roma el pasado año, el balear declaró: «No estoy lesionado; soy un jugador que vive con una lesión constante. Eso es mi día a día. Es difícil, la verdad, y claro que a veces me cuesta aceptarlo".
En 2009, una tendinitis en las dos rodillas le obligó a renunciar a Wimbledon y, también, una rotura de siete milímetros en el abdomen le impidió jugar las semifinales de Wimbledon ante el australiano Nick Kyrgios en 2022.
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Nadal también renunció a Wimbledon (2016) por una lesión en la muñeca izquierda; tampoco pudo desplegar su tenis habitual en el US Open por la pandemia del coronavirus (2020), ni lo hizo en Wimbledon, el US Open y los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 para descansar, "competir al máximo nivel" y "alargar" su carrera deportiva, según confesó.
Clasificado en el puesto 14º de la ATP, el mallorquín disputó su último partido oficial el pasado mes de enero en la segunda ronda del Torneo de Australia ante el estadounidense Mackenzie McDonald (perdió 6-4-6-4 y 7-5), derrota que le impidió revalidar su título de campeón del primer Gran Slam de 2023.
Tres meses después, Nadal ha anunciado públicamente que ha emprendido "un nuevo tratamiento" ante el que no puede dar plazos para su reaparición.
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