En el interior de la mina de esmeraldas Puerto Arturo, de la que fue dueño Víctor Carranza

Empresarios y habitantes de Muzo, Boyacá, escriben una nueva historia lejos de la violencia que se cobró cientos de vidas. “Ya no se aguanta hambre”, dicen.

La legendaria mina Puerto Arturo hoy está en manos de Minería Texas Colombia, MTC, una compañía con capital estadounidense que desde el 2009 está en el negocio.

En ella se diseñaron rampas especiales para que vehículos transporten al personal al interior de los túneles. Están cubiertas con estructuras de acero que refuerzan los socavones, haciéndolos más seguros.

El camino es abierto por obreros que rompen la montaña con taladros neumáticos.

Aunque para encontrar las esmeraldas se utilizan nuevas tecnologías, los trabajadores siguen acudiendo a los conocimientos de los viejos mineros.

Ya en la veta, rodeada de cámaras de seguridad, solo se queda un geólogo o un experto minero y un supervisor y se graba en detalle el proceso para extraer y proteger la gema.

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