Seis consejos para conocer a los suegros y amigos de la pareja

"Para muchas personas esta situación es muy importante de cara al futuro de la relación y contar con el apoyo de los padres y/o amigos puede ser muy importante", explica Mariela Stescobich, gerente de mercadeo y relaciones públicas de Match.com, un portal de citas online.

Según los expertos, la base consiste en saber controlar la ansiedad que puede surgir y tener presente los siguientes puntos:

Conózcalos antes de conocerlos personalmente: el objetivo es poder saber con quién o quiénes se va a relacionar y son importantes para su pareja. Por ejemplo, si sabe que la madre de su pareja es una persona celosa y se involucra en las relaciones de su hijo/a, tendrá que estar preparado/a. Con los amigos funciona igual, si ya sabe cómo es su personalidad, sabrá cómo comportarse.

¿Con qué ropa? "No tengo dudas que elegir la ropa es algo que puede afectar más a las mujeres que a los hombres, aunque hay algunos que pueden sentirse inseguros en este momento. Creo que el único consejo que aplica para ambos géneros es que se vistan acorde a la ocasión. Ejemplo, si el restaurant es ‘chic', se debe ir acorde, lo mismo si es para una comida informal", agrega la especialista.

La educación, siempre presente: los modales son claves para tipo de relaciones humanas. En este sentido, "por favor", "perdón" y "gracias" deben ser la base.

Sea amable sin exagerar: "Así como ser educado/a, es interesante hacer pequeños detalles. Pero hay que tener cuidado de no exagerar ni parecer como si se estuviera actuando", explica la especialista.

Muéstrese feliz con su pareja: los seres queridos de su pareja quieren verla/o feliz, por eso es importante demostrar que les está yendo bien sin parecer artificial.

Sea usted mismo: la mejor forma de conocer a alguien y caerle bien es ser uno mismo. De esta forma una persona se muestra sincera, natural, por eso no debe seguirse cada consejo al pie de la letra, siga su intuición y sensibilidad.

"Hace tiempo las familias eran las que decidían con quién se iban a relacionarse sus hijos ya sea por razones económicas o sociales. Los casamientos eran contratos celebrados entre las familias, del formal tal que los novios no tenían ningún poder de decisión. Sin embargo, por suerte, esto ha cambiado y ahora cada uno decide con quién relacionarse", concluye Mariela.