Francois Hollande oficializó ruptura con su compañera, la primera dama

La vida sentimental del jefe del Estado ha acaparado la atención mediática en Francia desde el 10 de enero, cuando un semanario del corazón publicó fotos de una presunta relación con la actriz Julie Gayet, de 41 años, y de la que ninguno de los dos ha hablado públicamente.

Termina así un episodio de la vida privada del presidente, de 59 años, que ha tenido como consecuencia prevalecer sobre su acción oficial hasta el punto de que en su cita semestral con la prensa, el 14 de enero, la primera pregunta que se le planteó trató de su situación personal.

Francois Hollande dijo entonces que los asuntos privados se tratan "en privado" y rehusó pronunciarse sobre la polémica surgida en torno a su situación sentimental, pero admitió que atravesaba momentos "dolorosos".

El presidente eligió el formato de la declaración comunicada mediante la agencia France Presse para confirmar su ruptura con Trierweiler, de 48 años, en vez de utilizar los canales oficiales de la presidencia para tratar un asunto que él considera personal.

El presidente precisó que pone "fin a la vida en común con Valérie Trierweiler" e insistió en que este anuncio lo hacía "a título personal", después de que los medios franceses esperaran en vano durante horas una declaración formal de la Presidencia gala.

Hollande dijo que se trata de un asunto que afecta a su "vida privada" y declaró textualmente: "hago saber que he puesto fin a la vida en común que compartía con Valérie Trierweiler".

Así el presidente acaba con la especulación mediática sobre cuánto duraría Trierweiler en su papel de primera dama y con las críticas a menudo expresadas por la función oficial que podría desempeñar la compañera del presidente si se confirmaba que el jefe del Estado ya tenía otra relación sentimental.

Atrás quedaron quince días durante los cuales se supo que Trierweiler había sido ingresada en un hospital parisino nada más conocer la existencia de la nueva relación de su pareja y que salió del centro médico para refugiarse en un palacete próximo a Versalles, aunque la prensa se convirtió de todos modos en foro de un intenso debate público.

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