La victoria dejó en éxtasis a los aficionados corinthianos, la enorme mayoría entre los 38.487 hinchas que acudieron al Arena Corinthians e impusieron un nuevo récord de asistencia desde que fueron desmontados los graderíos provisionales con que contaba el estadio en el que fue inaugurado el Mundial 2014.
El Corinthians, que llegó a la fase de grupos de la Libertadores tras deshacerse del Once Caldas colombiano, presionó desde el comienzo y fue más ofensivo en los primeros minutos para hacer valer su condición de propietario del Arena Corinthians.
La presión tuvo fruto en el minuto 11 cuando Elías, tras recibir un lanzamiento perfecto de Jadson, quedó frente al portero Rogerio Ceni y no tuvo dificultades para acomodar el balón en una esquina y abrir el marcador.
Pero, con la tempranera ventaja parcial, el equipo comandado por Tite, que no pudo contar con su goleador, el delantero peruano Paolo Guerrero, cesó su presión sobre el Sao Paulo y prefirió jugar más atrasado.
El técnico Muricy Ramalho aprovechó el cambio de estrategia del Corinthians para acomodar su equipo, con Maicon un poco más adelantado, y el Sao Paulo comenzó a salir más el ataque pero sin amenazar la portería defendida por Cassio.
Tras el descanso, el Sao Paulo extendió en los primeros minutos el dominio que ejerció en la primera parte.
En un intento por recargar el juego por la izquierda, considerado el lado más débil del Corinthians, Ramalho sustituyó al delantero Alan Kardec, que pasó desapercibido en el primer tiempo, por el lateral Reinaldo, lo que liberó a Michel Bastos para ir al ataque.
El cambio le permitió al Sao Paulo aumentar su dominio y mantener encajonado en la defensa al Corinthians, cuyos ataques se limitaron a rápidas salidas en contragolpe.
El Corinthians consiguió su jugada más peligrosa en el minuto 21 del segundo tiempo en uno de esos contragolpes con un remate de Renato Augusto, que Ceni defendió con dificultad.
Dos minutos después, en otro contragolpe lanzado por Emerson Sheik, Jadson se deshizo de Reinaldo dentro del área y amplió el marcador con un balón que le cruzó al lado opuesto a Ceni.
Con el segundo gol, Corinthians volvió a retrasar sus líneas y a esperar a un desesperado Sao Paulo, que dominó el balón y asumió la iniciativa en el ataque pero poco se acercó a la portería de Cassio.
Corinthians ganó más moral con el apoyo de su hinchada, que comenzó a gritar "ole" con los pases del equipo hasta el final del partido.
Ficha técnica: