Cambiará una vez más el sistema del torneo colombian o gracias a la FIFA, que manda a terminar los torneos antes de lo habitual por el Mundial, pero no nos digamos mentiras, las flojísimas asistencias y el sistema de cuadrangulares ya no tienen mayor atractivo y las modificaciones más que una obligación son una necesidad. Más que el problemita de no tener directivos que palpen la realidad y el sentir común, lo grave es que aquí no hay ninguna planificación a largo plazo. En Colombia hemos jugado a lo que se venga… cuadrangulares, triangulares, octogonales, clásicos regionales, penaltis para desempatar partidos, bonificaciones, puntos invisibles, promociones y muchos otros inventos… Y ahora las cosas son mucho peor que hace una década, porque el sancocho del FPC se sirve todos los días, a cualquier hora, y eso también promueve un natural desgaste, más cuando se tiene TV por cable. El cambio que se necesita es de plata, sobre todo del sector público, y de su adecuada administración. Plata limpia, no sobra decirlo. El privado está pagando bien por patrocinio y por transmitir los partidos. Pero el Gobierno cree que poner dinero para un aviso más en las camisetas de los equipos ya es suficiente y no lo es. Si la mitad de los recursos que se roban aquí en Colombia se invirtiera en el fútbol colombiano todo sería muy distinto. La Contraloría, solo por mencionar un caso de dinero perdido, asegura que “el expresidente de Saludcoop, Carlos Palacino -ese mismo que comenzó como cobrador de seguros en La Equidad- y su equipo directivo desviaron 1,4 billones de pesos de la salud y de los colombianos”. Con un porcentaje menor de esa exorbitante cifra, La Equidad podría contratar al menos un jugador de renombre, al menos por un año. Pero para no detenernos en robos ajenos al fútbol, donde también hay muchos, suena bien la eliminación directa para la segunda ronda del torneo del primer semestre del 2014, como se acordó en la Dimayor. La pregunta es por qué volver después, otra vez, a los cuadrangulares. Lo mínimo es mantener ese cambio y reanimar al aficionado que ya está muy maltrecho con tanta violencia. Esa no es la panacea, desde luego. Es tan solo un pajazo mental para imaginar estadios llenos en Colombia. La solución real para mejorar la calidad de nuestro torneo de primera división, que parece a veces de segunda, no está en el sistema del campeonato sino en mejores equipos, mejores estadios y en la seguridad del aficionado. Y todo eso se paga, no se escribe solamente en un papel. Lo demás que nos puede ayudar es reparchar la carpa de nuestro circo futbolístico. Reducir el número de equipos porque hay mucho relleno en la A, conjuntos sin hinchas, sin buenos estadios y sin grandes ambiciones. También toca dejar la imaginación exagerada y acabar con las tales fechas de clásicos (¿no le suena a usted ridículo el "clásico joven de Colombia?”) y cerrar la puerta del descenso a un solo equipo. Eso es apenas lo básico. Aunque también caería muy bien acabar con la majadería y maña de los directivos. En Twitter: @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:46 p. m.