La advertencia fue realizada por Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), el órgano responsable por la fiscalización del uso de los recursos públicos en Brasil, según un documento citado hoy por la red de televisión Globo.
En un informe en el que señaló posibles indicios de irregularidades en la licitación, el tribunal determinó que el banco público que financiará parte de las obras restrinja la liberación de los recursos hasta que la licitación sea corregida y las posibles irregularidades solucionadas.
El costo de las obras de remodelación del Maracaná fue calculado en 705 millones de reales (unos 422,2 millones de dólares), de los que 400 millones de reales (unos 239,5 millones de dólares) serán financiados con un préstamo ya aprobado por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
El resto de los recursos será aportado por el gobierno regional de Río de Janeiro, propietario del Maracaná y responsable por la licitación por la que se adjudicó las reformas del estadio a un consorcio liderado por las constructoras Odebrecht, Andrade Gutierres y Delta.
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El Tribunal de Cuentas de la Unión le pidió al BNDES, el banco de fomento al desarrollo de Brasil, que apenas libere el 20% de los recursos aprobados y que condicione la entrega del resto del crédito a la solución de los problemas identificados.
Según los auditores del tribunal, la lista de obras presentada por el consorcio al que fue adjudicado la reforma del Maracaná parece "una obra de ficción".
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De acuerdo con el tribunal, mientras que los consorcios responsables por la reforma de otros estadios, como el Mineirao de Belo Horizonte, presentaron entre 700 y 1.300 planos con detalles sobre las intervenciones que realizarán, el encargado por las obras en el Maracaná apenas presentó 39 diseños.
Los auditores alegan que, por las informaciones presentadas por el consorcio, es imposible saber cuál será el costo final de la reforma del Maracaná, un estadio inaugurado en 1950 para el Mundial que Brasil organizó ese año.
De acuerdo con versiones divulgadas por la prensa en enero, el consorcio responsable por la reforma del Maracaná, tras supuestamente haber descubierto una falla estructural en el estadio, calculaba que el costo de las obras podía ser hasta tres veces superior al inicialmente previsto.
El Maracaná, que llegó a ser el mayor estadio del mundo y es considerado como el templo del fútbol en el país cinco veces campeón mundial, está cerrado desde septiembre para las obras de reforma.
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