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ASADOS

Que calor. Dos partidos seguidos en los que casi nos frieron las ilusiones decembrinas. Y es que el fenómeno del niño ha pegado tan duro, que nuestros delanteros lo están sufriendo. Todo ese “punch” que tuvimos por varias temporadas nos está haciendo falta ahora. Pero el pabellón de quemados “Enrique Peñalosa”, luego de estos dos partidos esta nutrido por las huestes azules. El “tiburón” Romero, el mismo del cine que no se come ni un pez payaso, anda negado con la portería. Cuando mejor se le ve en la cancha es cuando juega por fuera apoyando la elaboración de la jugada y no su finalización. Agudelo sin la confianza del DT Israel y los goles hechos humo por el calor. Rangel lesionado y caliente por motivos del corazón y un Maxi que fue el primero en sentir el fenómeno de la sequía goleadora. Y el técnico Israel también anda sudando en exceso. No solo porque se han perdido puntos valiosos sino porque sigue sin encontrarle la manija a los segundos tiempos. Como si fuera una siesta luego del almuerzo, para los 45 minutos finales Millonarios se duerme y le falta reacción. Y ya que las brasas queman, los cambios son dignos de visionarios del IDEAM: no tienen nada que ver con la realidad del terreno. David Silva acaso pudo jugar su mejor partido con Millonarios ayer. Hasta lo último se le vio bien físicamente y sin embargo lo sacó. Como frente al Huila, que ni el banco de suplentes ni los cambios surtieron efecto. Hablando de sequias futbolísticas hay jugadores que dan ganas de enviarlos a Girardot a medio día sin agua. Mayer perdido en la cancha, Lewis sin alma, Vargas revolucionado y Robayo sin aire en Bogotá. A Otalvaro, que volvió a jugar, se le nota la falta de partidos y ayer fueron apenas fogonazos. Mientras tanto Serpa juega golf en Karibana al son de piñas coladas. Las finanzas son una incógnita y empiezan los rumores que la sequía llego a la tesorería. Y como Serpa le gusta andar vendiendo humo con sus amigos influyentes, parece que se vendrá un ahorro de calidad en los jugadores para el 2016. Eso sí, donde no hay sequía es en las filtraciones y correos a sus periodistas amigos. Ganando los 4 partidos de local que tenemos podríamos aspirar a pasar a los cuadrangulares. No estamos eliminados pero el margen de error es casi nulo. Hay que mejorar en la definición y mantener el buen nivel que se exhibe en los primeros tiempos todo el partido. Lo que menos queremos pensar es que el 22 de noviembre los hinchas azules estemos chamuscados. MINUTO FINAL: Como hacemos para que en Colombia los jugadores no jueguen con el reloj. Millonarios debería, como lo hace Gimnasia de la Plata, decir públicamente que no se botara el balón en caso de jugador en el suelo. Mucho teatro. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR            

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