Courtois (8): El portero tenía claro que debía imponer su altura, 199 centímetros, en el área ante la amenaza de Fernando Llorente. Dudó en la primera salida a un balón aéreo, pero ninguna más. Fue atrevido en sus intervenciones por alto, ágil cuando se lo exigió alguna acción, como un disparo lejano de Iker Muniaín, e insuperable cuando el Athletic reaccionó.
Juanfran (5): No tuvo una misión fácil en el principio del choque, cuando entraba por su banda Muniaín, ni después, cuando le tocó el turno a Markel Susaeta por ese lado. Irregular y a menos nivel que en sus duelos precedentes en el lateral derecho, cometió algún error que le pudo pasar factura a su equipo.
Miranda (5): Es un defensa imprevisible. Por momentos llega al cruce con autoridad, con la fiabilidad que debe ofrecer en el centro de la zaga, y por momentos está desubicado, confiado o se quita la pelota de encima con despejes sin sentido. Estuvo bien por alto y con altibajos.
Godín (5): Como su compañero en el centro de la zaga, el jugador uruguayo alternó aciertos con errores. Peleó bien por alto, falló en algún despeje aparentemente fácil y robó alguna pelota a Fernando Llorente en momentos fundamentales. Aprobado.
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Filipe Luis (6): El lateral brasileño cumplió en la final de Bucarest. Aplicado en defensa, menos insistente en ataque, pero, en líneas generales, bien.
Mario Suárez (8): Imponente en la contención y acertado en el pase, le dio fortaleza al centro del campo del Atlético. Le sumó concentración, intensidad, atención y anticipación. Notable.
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Gabi (7): Hoy capitán sobre el césped del estadio Nacional de Bucarest e imprescindible para el argentino Diego Pablo Simeone, aportó entrega, experiencia y fútbol. Es un jugador que maneja bien el ritmo del encuentro e inteligente en la presión y a la hora de cortar los contragolpes rivales.
Arda Turan (7): De más a menos. Comenzó a tope, con un par de jugadas individuales con su habitual profundidad y habilidad, pero perdió protagonismo en el juego del conjunto madrileño con el paso de los minutos. Ofreció grandes detalles de su indudable calidad, pero fue algo intermitente. Intermitente.
Diego Ribas (7): Al contrario que Arda Turan, el centrocampista creció con el paso del tiempo. Situado como media punta, siempre da salida y visión de juego a cualquier acción ofensiva de su equipo. Su gol en el minuto 85 fue la sentencia para el Athletic. Dejó atrás a varios rivales y cruzó el balón ante Gorka Iraizoz. Un golazo.
Adrián (7): en banda, como suele situarle Simeone en los encuentros fuera de casa, también ofreció un buen rendimiento. Le faltó más protagonismo en las acciones de ataque, pero aportó velocidad, ambición y desborde a la delantera rojiblanca. Fue sustituido en el minuto 88.
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Falcao (10): Espectacular e impecable. El '9' del Atlético fue el héroe de la final y el futbolista decisivo que devolvió a su equipo a la cima europea con un partido incontestable. Hizo dos golazos, el primero con un tiro a la escuadra y el segundo con una magnífica y preciosa jugada en el área, y encarriló la victoria de su equipo. Fue imparable para el Athletic.
Salvio (s.c): Entró en el minuto 86 en lugar de Adrián. Repite como campeón de la Liga Europa, después del triunfo en 2010 en Hamburgo.
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Koke (s.c): Jugó los últimos cinco minutos en sustitución de Diego Ribas. El partido ya estaba sentenciado y apenas entró en jugo.
Domínguez (s.c): Fue el tercer cambio de Simeone. Entró al campo en el tiempo de descuento. Fue campeón en Hamburgo, en Mónaco y en Bucarest. Tres títulos en dos años.