Los árabes golearon este viernes a la cenicienta del grupo India (5-2) y deberán intentar la hazaña de superar al equipo con más pedigrí competitivo del campeonato, aunque en esta jornada no le sirviera para doblegar a los coreanos.
Los coreanos, por su parte, casi se garantizaron los cuartos de final y la primera plaza del grupo C, ya que en la última jornada se enfrentará a India, que en dos partidos ha marcado dos goles y encajado nueve. Y a la que deberá golear.
Los dos favoritos ofrecieron un partido de poder a poder, que bien pudo ganar cualquiera, en un estadio Al-Garafa de Doha que por primera vez desde que se iniciara el torneo presentó una buena entrada de público.
Fueron, sin embargo, los coreanos los que estuvieron por delante en el marcador durante gran parte del encuentro, con un despliegue táctico y un juego más asentado, gracias a la calidad de su estrella, Park Ji-Sung, elegido mejor jugador del partido.
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Vertical y decidido, el delantero del Manchester United fue un continuo quebradero de cabeza para la defensa australiana junto a su compañero Koo Ja-Cheol, destapado como una de las figuras emergentes del torneo.
Fue precisamente Cheol -máximo goleador con tres goles- el que dio ventaja en el marcador a su equipo al aprovechar con mucha destreza un pase filtrado al borde del área de compañero Ji Dong-won, extremo del equipo coreano Chunnam Dragons.
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El tanto serenó aún más el juego de los pupilos de Cho Kwang Rae y creó cierta ansiedad en los "socceros", que llegaban con claridad al área rival pero sin efectividad, con un Tim Cahill (Everton) bastante desafortunado.
El descanso fue un bálsamo para los hombres de Holger Osieck, que en la reanudación apretaron en ataque y crearon varias ocasiones de gol ante la meta defendida por Jung Sung.
Precisamente un error del guardameta, que midió mal su salida, permitió a Mile Jedinak, centrocampista del Gençlerbirligi turco, empatar el partido en el minuto 62 al culminar de cabeza un pase del capitán Lucas Neill (Galatasaray) tras un saque de esquina.
De ahí hasta el final, la dos escuadras disfrutaron de varias ocasiones de anotar, pero el marcador ya no se movería.
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Horas después, Bahrein goleó 5-2 a India con cuatro tantos de su delantero Ismail Abdul Latif.
El joven equipo dirigido por Bob Houghton se convirtió así en el segundo, tras Arabia Saudí, en despedirse de la competición, aunque lo hizo dejando una buena imagen, pese a la goleada recibida.
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En la segunda parte, a la que se llegó con un casi definitivo 4-1 en el marcador, tuteó a su rival y consiguió arrancar un empate a Bahrein, que había bajado el pistón.
La mala noticia para los árabes fue la expulsión por doble tarjeta amarilla de uno de sus baluartes arriba, Fauzi al Asish, que marcó el primer gol pero que se perderá el decisivo choque del próximo 18 de enero contra los "socceros" al ver la segunda cartulina amarilla.
Las notas positivas, el regreso al centro del campo del experimentado Salman Isa y el olfato goleador mostrado por Abdul Latif, el hombre del partido.
El menudo delantero comenzó su festival goleador después de que a los tres minutos del inicio el atacante Sunil Chhetri desaprovechara la única oportunidad que tuvo la India para adelantarse y de que Al Aaish transformara un penalti cometido sobre él mismo.
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Ese fue el punto de inflexión que dio carpetazo a un partido que no tuvo más historia que el atracón goleador del delantero del Al-Riifa, y el gol del momentáneo empate marcado apenas un minuto después por Gouramangi Moirangthem.
Su tanto no quedará en los anales por la belleza de su factura, si no por ser el primero que la India consigue en una fase final de la Copa de Asia desde 1964.
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Pese al a resistencia india, y su mejora en el juego, la victoria de Bahrein pudo ser más abultada, algo que evitó el portero Subrata Pal.