Lo anunciaron nuevamente como técnico de Colombia y dijo que no iba a dar entrevistas exclusivas, que iba a tener mayor cuidado de sus palabras y que iba a hablar sólo en ruedas de prensa. Sabría él por qué. Era lo mejor, sin duda. Y aun con esa prudencia había causado alergia su falta de ambición verbal. Porque hizo entender durante muchos meses que la Copa América bien podría ser un entrenamiento para la selección y que todo el trabajo se debía evaluar en las Eliminatorias. Hubo muchos suspiros, más con varios amistosos precarios. Sólo uno en realidad despertó aplausos, aunque irónicamente fue una derrota, ante España, el campeón del mundo. Llegó entonces la Copa América, con el precedente de once amistosos. Cuatro derrotas, cuatro empates y tres victorias, de las cuales dos fueron ante Ecuador y una ante Venezuela. Por demás, mucho tiempo perdido en hacer funcionar a Giovanni Moreno, que infortunadamente se lesionó. Estábamos acostumbrados a lo mismo. Pero “Bolillo” cambió las cosas. Hizo saber, con aparente seguridad, que pensaba renunciar si no pasaba la primera ronda en un grupo a la vista fácil, con Bolivia, Costa Rica y Argentina, y en un torneo que solo elimina a cuatro equipos en la fase inicial, en el que avanzan ocho de doce. En el debut, Colombia venció 1-0 a Costa Rica con las mismas dificultades de siempre. No importó tener un jugador de más durante mucho tiempo y no importó tener a Zúñiga, Armero, Guarín, Falcao, Teófilo, Adrián Ramos, Dayro Moreno, Elkin Soto y Rodallega en algún momento del juego. Todos corrieron y uno solo anotó. Eso no es nuevo. Colombia había hecho, hasta este sábado, nueve tantos en sus últimos once partidos. Pero ganó al fin y al cabo y eso lo resaltaron con acierto “Bolillo” y Maturana. Sin embargo, el técnico volvió a fallar, a pesar de que cuenta con un asesor de imagen pagado por la Federación. Se retractó de su posible renuncia y aseguró que ahora no iba a irse si no clasificaba a cuartos de final. El mensaje es pésimo. Denota falta de seguridad por parte del entrenador y falta de confianza hacia el equipo. También, mediocridad. Colombia ya ganó un partido y está más cerca que lejos de la otra ronda. “Bolillo” debe cuidar más los mensajes que envía en cada uno de sus arrebatos. Por su bien y por el de la selección. Como dijo el poeta español Alejandro Casona, “Hablar poco, pero mal, ya es mucho hablar”. La selección tras el regreso de Hernán Darío Gómez Sudáfrica 2-1 Colombia Nigeria 1-1 Colombia Bolivia 1-1 Colombia Venezuela 0-2 Colombia México 1-0 Colombia Ecuador 0-1 Colombia Estados Unidos 0-0 Colombia Colombia 1-1 Perú España 1-0 Colombia Colombia 2-0 Ecuador Colombia 0-2 Chile Colombia 1-0 Costa Rica En Twitter: @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:42 p. m.