Pocos días antes de iniciarse la Copa América en territorio argentino, el director deportivo de la Federación Colombiana de Fútbol, Francisco Maturana, manifestó en una entrevista que Colombia “no es un Picasso pero tiene los colores”. En muchos, más allá de la buena intención de Maturana por transmitir algo de positivismo a sus dirigidos, sus palabras causaron repudio por irrespetuosas. Era absurdo comparar, o siquiera intentarlo, las obras de uno de los pintores y escultores más importantes del siglo XX con una selección que, a excepción del juego ante España en el mes de febrero, había mostrado muy poco fútbol. Colombia carecía de un sistema táctico definido, ya que su técnico Hernán Darío Gómez en los encuentros amistosos había probado mucho, sin parecer tener claro lo que quería. A eso se le sumó el desaprovechamiento de algunas fechas FIFA en las que en vez de poner a jugar al equipo para mecanizar movimientos, se les dio a los futbolistas vacaciones. Cuando se creaban opciones de gol, se dilapidaban… Y para colmo de males, el ‘Bolillo’ en rueda de prensa dijo que si no pasaba de la primera ronda dejaría el seleccionado. Definitivamente, el certamen para el conjunto nacional no pintaba para nada bien. Sin embargo, las palabras optimistas de Maturana parecieron encontrar eco en el seno del equipo nacional. Colombia empezó a tomar, de un momento a otro, forma. No digamos que de una obra de arte del fútbol, porque sigue muy lejos de serlo, pero, por lo menos, sí de un equipo maduro y serio. Así lo demostró durante la primera fase de la Copa América, en la que tras vencer a un joven y hambriento de gloria equipo de Costa Rica (1-0); empatar con la anfitriona Argentina (0-0), en un juego que la tricolor fue mucho más; y derrotar con contundencia a Bolivia (2-0); alcanzó 7 puntos y se convirtió en el primer equipo en clasificarse a los cuartos de final. Maturana nos tapó la boca a más de uno. ‘Bolillo’ Gómez, también. Hoy Colombia goza de solidez defensiva y más contundencia en ataque. Aunque repito que Colombia sigue lejos de parecerse a un Picasso, ahora sí le empiezo a ver los colores. Por: Juan Carlos Calderón Medina. Editor Golcaracol.com.
Actualizado: enero 25, 2017 12:00 p. m.