El informe arbitral del partido señaló la falta de policía en el sector del estadio que lleva a los vestuarios, en el intermedio del encuentro, permitiendo que lo hinchas escupieran e insultaran al colegiado encargado del encuentro entre el Deportivo Cali y Deportes Quindío.
Por medio de una resolución, la Dimayor decidió sancionar al Cali con jugar una fecha a puerta cerrada y con una multa de $4'533.600 por conducta impropia, aunque falta el recurso de apelación.