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DOS AÑOS DESPUES

La nostalgia nos invade el corazón. Por siempre el 16 de diciembre es una fecha donde los corazones azules se rinden ante los recuerdos y dejan que las sonrisas iluminen el día con las anécdotas de aquella gesta. También unas lágrimas al ver las imágenes y al oír los relatos de esa asfixiante tanda de penales. El corazón aguanto demasiado ese día. Dos años después (y creo que por siempre en mi vida) recordare cada momento del día que logramos nuestra estrella 14. Dos años después estamos aquí esperando un futuro mejor de nuestro amado Millonarios. Dos años después hay que ver que la 14 cambió todo. La ilusión de una nueva dirigencia fue un viento renovador hasta para el propio fútbol colombiano. Nuevas ideas e inversiones positivas reanimaron a la institución con un éxito rápido. Como la ilusión de una estabilidad. Tan solo 6 meses después de ser campeones los dueños del equipo decidieron enfrentarse a costa del bienestar deportivo de Millonarios. Otra vez se cuestionó la legalidad de las inversiones y el guayabo administrativo parece que aún no pasa. Dos años después los dirigentes se embelesaron con la gloria y repartieron los ingresos más altos en la historia de una institución deportiva colombiana tan mal, que hoy no se sabe cómo salir de algunos contratos exagerados. Gabo escribió en el prólogo del informe de la “Misión de sabios” en 1994 un examen profundo de nuestra idiosincrasia. Traigo una frase de nuestro nobel que cae al dedo dos años después de conseguir la estrella 14: “destruimos a los ídolos con la misma pasión que los creamos”. Porque tanto jugadores como hinchas llevamos nuestro guion en esta historia de éxito y superación al límite nefasto de la complacencia y el olvido. El nivel y las ganas que fueron ese plus para llenarse de gloria en Millonarios, se quedó en la estantería de las medallas en la casa de los jugadores. Los que llegaron han pasado con más pena que gloría. Y en las gradas decidimos que todos son unos hijos de puta, porque ya no hay espacio para el agradecimiento y si por el ímpetu de la derrota. Temo que si Pedro Franco regresa algún día a vestir la camiseta azul, también será tratado como uno más ante una mala campaña. Dos años después somos pocos los que aún tenemos ídolos de la 14”. Lo que más me llena de tristeza es ver que nuestro sueño máximo cambio el corazón de la hinchada de Millonarios. Algo se movió en las profundidades de nuestros sueños y han hecho un corazón que siempre se renovó, en un corazón pesimista e incrédulo. El inconformismo que presiona para siempre ser mejores se volvió una ola de mala leche y malquerencias injustificadas. Exigir una institución decente y acorde al amor de los hinchas de millonarios por los colores, pasó a ser un tema de odios ciegos y personales por las personas. Y para la muestra de esta incredulidad y pesimismo están las cifras de asistencia del último semestre. Una hinchada que siempre lo dio todo y que siempre acompañó no estuvo acorde a la historia de quienes acompañaron. Dos años después de la 14 hay que volver a ilusionarnos. Ni ser complacientes con los directivos quienes decidieron por sus peleas regalar un semestre ni tampoco olvidar que el primer deber del hincha es ir al estadio. El orgullo más grande de esta hinchada es que nunca abandonamos al equipo. Es que cuando estuvo jugando con un “Kinder” siempre fuimos. No abonarse o no ir al estadio equivale a mantener el problema financiero dejado por los excesos y abusos del último año. Volvamos a nuestras raíces y revivamos esos eneros llenos de pasión y esperanza azul. Los nombres que lleguen no importan porque nuestro amor va más allá de esos que se irán algún día. En Julio de 2012 fuimos al primer partido con una misma energía positiva y pensando que no había atrás. Hay que ser los mismos enamorados y exigentes de ese clásico. Dos años después de la estrella 14 estoy más enamorado que nunca de Millonarios. MINUTO FINAL: Apoyemos la campaña #SomosMillones abonándonos. Rodeemos al profe Lunari y llevemos a buen puerto esta nueva ilusión. Por los colores carajo!!! MAURICIO GORDILLO @MAUGOR              

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