El mediocampista danés fichó en este 2020 por el cuadro italiano, pero sufrió por todas las medidas que se tomaron por el COVID-19, y su hospedaje en un hotel se vio afectado.
Para Christian Eriksen no todo fue ‘color de rosa’ su llegada al Inter, porque se vio afectado por las crisis que creó el coronavirus.
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El mediocampista fichó por el cuadro ‘Nerazzurri’ en enero, procedente del Tottenham, y a su llegada a suelo italiano se hospedaba en un hotel, mientras conseguía una casa para quedarse.
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“Comenzaron a cerrar tiendas comerciales, centros de ocio y hoteles, incluido en el que vivía el futbolista de 28 años, quien se vio obligado a trasladarse al centro deportivo Appiano Gentile para acatar el confinamiento social”, señalan en ‘Infobae’.
Además, el mismo Eriksen contó que pensó en pedir ayuda a dos de sus compañeros en el Inter, Romelu Lukaku y Ashley Young.
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“Pensé en hablar con ellos, pero tenían familias a las que cuidar y dormir 14 días en el sofá de alguien es demasiado”, agregó.
Por último, dijo que: "Terminé quedándome en el centro del club con un chef y cinco miembros del personal que optaron por ponerse en cuarentena para proteger a sus familias”.
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