Lo dijo el profesor Reinaldo Rueda en rueda de prensa previo al debut de hoy ante Barcelona de Guayaquil. La frase es sencilla y puede resultar obvia, pero tiene mucha enseñanza. Hoy Atlético Nacional inicia la defensa del título de la Copa Libertadores y lo hace con la firme intención del título. La triple corona continental es el objetivo absoluto. El equipo tiene la espina del mundial de clubes, Nacional quiere ser campeón.
Luego del mes de diciembre en donde la hinchada en general y, como ya es costumbre cada año, pasó por los procesos de: quejarse por el precio de los abonos --à quejarse por todos los refuerzos o la falta de ellos ---à criticar la nueva camiseta y decir que es fea a como dé lugar (a eso podríamos adicionar la fase: “hay que odiar a uno o varios jugadores”), las aguas se han calmado. El equipo rinde en la Liga local bajo la dirección de Bernardo Redín pero siempre con el mandato de Reinaldo Rueda. Ensayaron variantes en la nómina, esquemas y todo tiene a Nacional como segundo en la tabla con dos partidos menos. Creo firmemente que la Liga ha servido como un laboratorio de experimento para lo que inicia hoy, el gran objetivo, el principal: el tercer título de la Copa Libertadores de América (sí, ya sé que le cambiaron el nombre pero soy un romántico y así le diré siempre).
¿Tiene Nacional con qué ganar este título? Se ha dicho mil veces y no hay que ser un sabio, este es un equipo distinto al que dio la vuelta olímpica el 27 de julio de 2016. De esa inolvidable noche solo quedan de la formación titular: Franco Armani, Alexis Henríquez, Daniel Bocanegra, Faryd Diaz y Macnelly Torres. ¿Preocupante? No lo creo, los equipos se arman de atrás para adelante y el equipo mantiene ese bloque. Obvio que dolieron las salidas de hombres como Sebastián Pérez, Alejandro Guerra, Marlos Moreno, Davinson Sánchez, Orlando Berrío y Miguel Borja, entre otros.
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Lo normal en el fútbol indica que cuando la curva de rendimiento llega a su tope, los rendimientos decaen. Los equipos que son campeones sufren después para retomar el ritmo. Todos encendimos alarmas, todos pensamos en un desarme del equipo pero al mes de haber ganado la Libertadores de 2016, Nacional ya competía en la Sudamericana y fue finalista. Lo hizo jugando muy bien, lo hizo con cosas muy positivas.
Por eso creo que hay algo superior a los refuerzos y es la memoria de juego, el sello, el ADN, tener claro qué es lo que hay qué hacer y cómo hacerlo. Y algo más superior aún: tener muy clara la filosofía ganadora del club. Eso lo tiene Atlético Nacional y más allá de ser una herencia que se ha construido en 70 años de historia, el cuerpo técnico que encabeza Reinaldo Rueda es el responsable de mantener este legado. Y lo ha logrado.
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Por eso tengo fe. ¿Que Mosquera es malo?: sí lo es, es limitado, débil de mente y no le veo temple. ¿Que Dájome también es fatal? No creo, creo que se puede trabajar y mejorar. El fútbol no es constante (bien puedan y le hacen esa pregunta a Orlando Berrío) y es un jugador que tiene potencia, velocidad y, lo más importante: ganas. ¿Qué Roderick Miller no es para Nacional? De acuerdo. Es un central burdo, poco técnico, pierde duelos, lleva un año o un poco más y vive de lesión y lesión, y, cuando juega, no convence. Todo lo anterior no hace mella en mi fe. Hay jugadores buenos, malos y regulares y los hay en todos los equipos ya sean grandes, mediocres o pequeños. Vayan e investiguen los táparos que han pasado por el Real Madrid. Es parte del juego…
Ya si el tema pasa por incluir a los que mejor estén en la titular, en eso sí como hinchada debemos opinar con respeto. Pero de nuevo me aferro a la confianza y a lo que me ha mostrado Reinaldo Rueda. Confío en él ciegamente. No sin antes sugerirle de forma humilde, como hincha, esta alineación:
Franco Armani, Daniel Bocanegra, Alexis Henríquez, Andrés Felipe Aguilar, Farid Díaz, Diego Arias, Aldo Leao Ramírez, Macnelly Torres, Andrés Ibargüen, Mateus Uribe, Dayro Moreno.
Hoy se inicia otro sueño. La Libertadores es dura, durísima, que lo digan Junior y Millonarios, esto no lo gana cualquiera. Nacional va por su tercera. Empezamos de cero, el resto es historia, sí, pero vamos con todo, juntos, la hinchada y los jugadores, con fe y humildad.
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