La investigación se inició el pasado 18 de diciembre a instancias de la procuradora Marta Cristina Pires Anciães, de la oficina del Ministerio Público en Río de Janeiro, que se basó en denuncias realizadas en una audiencia pública por representantes de la sociedad civil.
Estos participantes denunciaron que la empresa IMX, del millonario brasileño Eike Batista y que manifestó su interés en participar en la licitación, sea la responsable de realizar el pliego de condiciones y el estudio de viabilidad.
La gobernación de Río de Janeiro prevé divulgar este mes la fecha de la licitación, que inicialmente está prevista para mediados de este año.
La empresa que se adjudique la gestión del Maracaná tendrá derechos por 35 años para operar, mantener y reformar el complejo, que incluye el estadio donde se disputará la final del Mundial de 2014 y el pabellón Maracanazinho.
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En la licitación se vetó la participación de clubes de fútbol, para evitar que ninguno tenga exclusividad, por lo que solo pueden presentarse empresas privadas.
La Fiscalía también indica la existencia de "supuestas irregularidades" en la concesión por el tratamiento de las cuestiones que implican el entorno del estadio.
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La licitación concede permiso para demoler dos piscinas y una pista de atletismo vecinas al estadio y también un edificio aledaño que fue la sede del Museo del Indio hasta 1978 y que ahora está ocupado por un grupo de indios que lo reclaman como tierra sagrada.