Ambos colombianos fueron titulares en sus respectivos equipos. El zaguero jugó los 90 minutos en el cuadro argentino, mientras que el delantero, en el equipo brasileño, fue sustituido al 77'.
Rosario Central y Sao Paulo igualaron este jueves sin goles y con diez hombres en el encuentro de ida por la primera fase de la Copa Sudamericana y dejaron todo abierto para la revancha que se disputará el próximo 9 de mayo en el estadio Morumbí de la capital paulista.
En el estadio 'Gigante de Arroyito' de la ciudad rosarina, el conjunto brasileño se fue con un buen resultado en un trámite de juego con pocas situaciones de riesgo y dos expulsados: Rodrigo Caio en la visita y Federico Carrizo en el local.
Impulsado por su público, Rosario Central salió más decidido que su rival con Marco Ruben y Fernando Zampedri como referencias de ataque.
Sin embargo, los dirigidos por el uruguayo Diego Aguirre cedieron el rol de protagonista y, liderados por Arboleda y Militar en la zaga central, soportaron los continuos intentos del visitante.
Este inicio de encuentro parejo encontró un quiebre al minuto 35 cuando un golpe de Caio sobre Ruben terminó con la expulsión directa del defensa brasileño, uno de los más claros hasta ese momento.
Desde ese instante y hasta el entretiempo, Rosario Central buscó con más intensidad pero sin una idea clara y con más ímpetu que volumen futbolístico.
En el comienzo de la segunda etapa, el técnico local hizo saltar al campo a Germán Herrera para intentar inclinar la cancha y buscar la caída de la portería defendida por Sidao.
Del otro lado, y como si fuera un tablero de ajedrez, Aguirre determinó los ingresos de Bruno Alves y Valdivia para no perder la capacidad física de sus dirigidos.
Fue Nené el que tuvo la situación más clara del encuentro cuando recibió en el borde del área y sacó un disparo furibundo que dio en el travesaño.
José Luis Fernández fue la última opción ofensiva de un Rosario Central que al minuto 81 también se quedó con diez jugadores cuando Federico Carrizo acumuló su segunda tarjeta amarilla.
Sao Paulo se retiró del estadio rosarino con la certeza que fue un buen resultado de cara a la vuelta del próximo 9 de mayo en el Morumbí.
Del lado de Central se resume la impotencia por no poder imponer su juego con un jugador de más durante 40 minutos y la responsabilidad de ir a definir esta serie de visitante.
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