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En medio del repetitivo debate sobre las deficiencias estructurales que presenta el jugador de fútbol colombiano, el actual técnico del DIM Sub-20, Sebastián Botero, ha ofrecido un análisis contundente sobre la mentalidad y los hábitos que deben ser corregidos urgentemente si se aspira a consolidar un futuro exitoso para la Selección Colombia.
Botero, quien jugó como volante en equipos como el Medellín, Huila y Once Caldas, compartió sus opiniones en el espacio 'Jugada Maestra' de la aplicación Ditu de Caracol TV, donde analizó la forma de ser y de pensar del deportista nacional, justo después del tercer puesto obtenido en el Mundial Chile 2025, en donde se venció 1-0 a Francia, el sábado anterior.
La principal crítica de Botero apunta a la débil base cultural y disciplinaria. Aunque reconoce que ha habido un crecimiento en los últimos años, el entrenador enfatiza que "todavía nos queda faltando mucho" en lo referente a los hábitos.
Según el análisis, el problema de fondo radica en que el jugador colombiano, debido a que nace con "tantas carencias, tantas ausencias", desarrolla una fuerte tendencia a relacionar la vida con el placer. Esta búsqueda de satisfacción inmediata dicta sus preferencias en el campo y fuera de él. El resultado es que el jugador "le gusta mucho todo lo que genere placer", manifestándose en la preferencia por el rondito y los entrenamientos con balón, mientras que "no le gusta el gimnasio".
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Esta mentalidad genera una falta de "bases suficientes para adaptarse a un entorno distinto", una característica esencial para el éxito internacional.
La relación excesiva con el placer también se traduce en los hábitos alimenticios y la disciplina diaria. Botero señala que, al preguntarles qué les gusta comer, la respuesta no es "lo que lo nutre sino lo que lo hace feliz".El técnico ejemplificó esta situación con la predilección por alimentos ligados a su crianza, como el "arroz con coco" y el "pescado". Para el analista, la conexión entre el placer y lo que el jugador espera recibir "esta demasiado ligada".
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Pensando en la proyección de estos futbolistas hacia la élite y, consecuentemente, en el futuro rendimiento de la Selección Colombia, Botero es categórico:"También hay que hacer cosas que no nos gustan tanto para poder llegar lejos, cosas que no nos generan tanto placer".El exfutbolista insiste en que actividades como el trabajo preventivo, el ir al gimnasio o incluso "el comer ensalada" son cruciales, aunque no generen el mismo placer que el balón.
Las declaraciones de Botero, al analizar al futbolista colombiano y su forma de ser y pensar, implican una advertencia clara: mientras no se logre modificar el comportamiento que ata al jugador al placer inmediato, y mientras no se prioricen las tareas necesarias aunque incómodas, "van a seguir pasando este tipo de casos".
Nota elaborada con l IA Notebooklm